miércoles, 16 de septiembre de 2009

UNA DE IMPUESTOS

UNA DE IMPUESTOS.
El anuncio del gobierno sobre la necesidad de subir algunos impuestos ha suscitado un amplio debate en el que cada comentarista pontifica con infalibilidad, en función de su pertenencia política o dependencia económica, a la vez que ataca con denuedo los “seguros” fallos del gobierno. Porque de todos es sabido que si un gobierno sube los impuestos se equivoca y sí los baja se equivoca también (los gobiernos siempre se equivocan).
Hasta donde mi modesto conocimiento alcanza, los países que son referencia mundial de bienestar tienen la elevada carga impositiva que su alto grado de protección y servicios sociales exigen. España tienen una presión fiscal total (impuestos + cotizaciones sociales) de 7 a 10 puntos de PIB inferior a la media de esos países. Y según el informe Taxation trends in the European Union (Edition 2007), los países se encuentran entre los diez primeros puestos de Europa en cuanto a carga fiscal global y también superan a España en la carga fiscal sobre el trabajo, a su vez aparecen como más eficientes y competitivos.
Como quiera que para mí y los míos deseo una protección, unos servicios, una eficiencia y competitividad similar a las de los países que nos superan en bienestar, creo que el principal error de la política fiscal del actual gobierno han sido las reducciones que nos han apartado del modelo que se ha mostrado más eficiente con sus ciudadanos. Si aprovecha la circunstancia para corregir acertará (aún cuando en principio a todos nos disguste el pagar algo mas). Por cierto si gobiernos conservadores han creado impuestos sobre las grandes fortunas, o anuncian cargas sobre las ganancias excesivas de altos directivos, no sé porqué un gobierno autotitulado progresista no va utilizar estos mecanismos, aún cuando solo sea por estética y como ejemplo.
Siempre se ha dicho que los impuestos directos se comportan de una forma más justa en el reparto de cargas, afirmación que solo es cierta en términos muy generales, ya que hay impuesto indirectos con efectos bien justos para el conjunto de la sociedad, por ejemplo: subir el IVA de algunos bienes de lujo no parece muy injusto; o cargar algo más el tabaco y las bebidas de alta graduación es simplemente cobrar por adelantado alguna de las cargas que el sistema sanitario va a sufrir por el consumo voluntario, y en ocasiones excesivo, de estos productos.
Por cierto, quien propugne la reducción de “lo suyo”, puede hacerlo legitimamente pero no puede argumentar en falso, y falso es que en España los impuestos o las cargas sociales son más elevados que en Europa.
Septiembre de 2009.
Fdo: Isidoro Gracia (DNI 7752400C)

3 comentarios:

LUIS DEZA dijo...

Hablando de fiscalidad, llama la atencón lo poco que se habla del fraude fiscal,cuando es lo cierto que un avance sustancial en este tema aliviaria enormemente las cuentas de la economía española.
Estudios recientes difundídos por diversos medios hace pocos meses, situaban el fraude fiscal en España en un porcentaje del ¡20% del PIB!. Cifra igual a la de Italia, y menor que la de Grecia, pero superior en 10 puntos a la media de la Europa de los 15.
Afecta a 15 millones de persoas en nuestro pais, por un importe de ¡250.000 millones de euros!.
Cifra ésta que no se refiere al dinero oculto en paraísos fiscales (esa es otra), sinó a operaciones de compraventa de constructoras e inmobiliarias, alquileres, servicio domestico, otros servicios (dentistas, medicina privada, abogados), pequeños talleres,autónomos,artistas, trabajos a domicilio, comercio ambulante, hostelería, trabajadores sin contrato (muchos emigrantes entre ellos) etc.
Bien estan las reformas cuando son necesarias pero ¿no sería necesario empezar por combatir el fraude?. Un avance modesto en este terreno, por si sólo, sacaría a la economía española de los números rojos.

Anónimo dijo...

La subida de impuestos en España me parece inevitable. El problema está en como se llevará a cabo esta subida, si pagando mas los que mas tienen, o a costa de los trabajadores.
No es solo cuanto se deriva de la crisis y del consiguiente incremento del gasto público (que por cierto se llevaron en su mayoría bancos y cajas). Por lo visto tenemos una presión fiscal seis puntos por debajo de la actual media europea. Hasta ahora una parte importante de la inversión pública,y del gasto social, se financió con los fondos estructurales de la Unión Europea, es decir con dinero de los contribuyentes europeos.
Pero esto se acaba. En breve, España pasará de ser pais que recibe, a pais que tiene que aportar. Con este escenario hablar de bajar impuestos, me parece una irresponsabilidad política, y un comportamiento demagógico.

MONCHO dijo...

¿Non vos parece que en lugar de tanto falar de subir impostos sería mellor que o goberno preparase os orzamentos do ano que ven con rigor e menos barullo mediático?. Falar de subir impostos, tan solo falar, ten sempre un costo, dende logo agora mesmo non axuda a recuperación económica que se necesita, mais ben todo o contrario. Aínda sen subir ningún imposto, nin ter decidido cales subirán en caso de facelo, está xa pagando un prezo como se o fixera, e proporcionándolle argumentos gratuitos o seus riváis políticos. Ben está, e ben parece, que os sindicatos esixan unha reforma fiscal,deben facelo incluso con mais forza e empeño do que o están facendo. Ó fío desta presión social dos sindicatos e da esquerda, que se abra un debate na sociedade e moi necesario. E logo que se leve a cabo unha reforma fiscal como é debido. Pero o goberno polo momento debera calar ate que non peche os orzamentos do Estado para o ano que ven. Ollo porque para elo necesita pactar, e se o fai coa esquerda non debera subir os impostos indirectos, ¿e se chega a ter que facelo con outros?. Por certo ¿qué foi daquela afirmación de que "bajar impuestos es de izquierdas"?