Suele ser este uno de los titulares de los medios de comunicación, que informan y frecuentemente justifican la interminable inyección de fondos públicos para “sanear” unas entidades privadas que con la nefasta o interesada gestión de sus millonarios directivos se han situado en la bancarrota.
Estos directivos que como recompensa han recibido indemnizaciones millonarias, y se quejan de que no pueden comer tranquilamente en un restaurante, cuando la realidad es que debieran estar disfrutando del plato del día en los comedores de Alcalá Meco.
Con el tema de las participaciones preferentes, hoy nos enteramos de que la antigua Caixanova, llegó a colocárselas, pese a su gran complejidad, a ciudadanos analfabetos que firmaron con su huella dactilar.
Vergonzante es la actitud de estos directorcillos que engañan a sus clientes más indefensos, pero más grave es la responsabilidad de quienes autorizan y emiten circulares al respecto para su cumplimiento.
¿Dónde está esa justicia, tan rauda en otros casos, que no actúa contra estos bandoleros de guante blanco?.
Debemos exigir responsabilidades penales para los causantes de estos desmanes y que se frene ésa sangría de dinero público, que pagamos todos los ciudadanos.
Juan Fontela
8 de Junio 2012
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