Compostela: El arte de cazar pobres
Por José Luís Valcarce

Pareciera que la pobreza, ya que no quiere desterrarse de la realidad, ha de desterrarse del lenguaje, ocultando con el término “sin techo” la palpable presencia de los que nada tienen. Y en el siguiente quiebro -ideológico, sin duda- se construye un discurso en el que el “sin techo” es a la vez “marginal”: un individuo al margen de la sociedad y que, además, es culpable de su condición. No en vano, los marginales beben, se drogan, van desaliñados… Si están así, seguramente es porque quieren, piensan casi con total seguridad algunos. Y molestan; ante todo molestan; ocupan un espacio público que esos algunos consideran propio y del que es preciso expulsarlos, incluso por la fuerza. Ya que no tenemos intención de acabar con la pobreza, acabemos con los pobres.
El lector podrá pensar que exagero, pero por desgracia no. En Santiago de Compostela, eso es lo que propuso un amplio número de comerciantes de la zona antigua, cansados de que la presencia de lo que llaman “marginales” afectase negativamente a sus negocios. O el Ayuntamiento los echaba de las calles o ellos mismos solucionarían el “problema” creando una suerte de patrulla. Todo ello pregonado en ciertos medios de comunicación que sin el menor empacho pasaban en menos de una semana de glosar las excelencias de bajar impuestos a exigir la actuación de las autoridades para poner fin a la amenaza de los “marginales”.
Podría ponerme estupendo con aquello del monopolio de la fuerza por el Estado y escandalizarme porque unos comerciantes quisieran revivir el somatén, pero eso me parece casi nimio. Lo grave es que un amplio número de ciudadanos, -respetables según los estándares de nuestra sociedad- no ve el problema en la pobreza sino en los pobres. A los comerciantes no les parece digno de queja que esas personas estén en una situación de exclusión social, sin medios económicos, muchos de ellos con problemas de salud física y mental; por ellos los pobres pueden seguir siéndolo con todos sus problemas por siempre jamás mientras sea lejos, porque cerca afectan al negocio.
1 comentario:
gUEREÑU DIJO: BUENA REFLEXIÓN.
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