miércoles, 4 de marzo de 2009

ELECCIONES AUTONÓMICAS 2009. Reflexiones

Varios elementos considerados en Galicia como datos firmes han devenido en meros mitos: El primero es que alta participación es equivalente a voto progresista, el segundo que son las zonas más urbanas las más propicias a la izquierda. También ha quedado claro que el voto emigrante no tiene una importancia decisiva, los datos desde 1977 indicaban que nunca han variado un reparto de escaños, pero el arranque de la campaña electoral centró, inexplicablemente, el debate en este punto. Han sido otros los elementos y factores que se han mostrado como decisivos: el primero y principal, que una fuerte implantación y estructura de un partido tiene más importancia que su presencia institucional, otro que los órganos federales, a pesar de su cierta distancia al terreno, o precisamente por ello, aciertan en sus previsiones mucho mejor que aquellos que están inmersos en el día a día; si el PSdG-PSOE hubiera atendido la recomendación de adelantar la elecciones, a octubre de 2007, es muy probable que el resultado hubiera sido otro. Otros elementos han quedado evidentes. Es mucho más fácil que el electorado propio entienda, y apoye, la claridad en el mantenimiento de las señas de identidad históricas, mezclar socialismo, internacionalista en origen, con nacionalismo muy local tiene los límites muy estrechos. Por otra parte, tal y como ha venido demostrando la historia de las elecciones democráticas, el voto estrictamente nacionalista en Galicia está en el entorno muy limitado del 15%, por lo que cualquier partido que quiera ser alternativa de gobierno necesita un suelo del orden del 35% y un discurso bien diferenciado del discurso nacionalista, que solamente puede ser factor complementario, los resultados de todos los procesos electorales habidos hasta la fecha son contundentes en la demostración del aserto. Podríamos sumar el efecto crisis, que impacta sobre los apoyos del presidente saliente, e incluso el mensaje, claro y erróneo, de gobierno bicéfalo más que bipartito, pero aún cuando los resultados son fruto de un poco de todo, unos factores tienen más importancia que otros.
Isidoro Gracia

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo del voto emigrante si podría haber sido decisivo. Según parece, tras el recuento del voto emigrante, podría modificarse el actual resultado en la provincia de Ourense, asignando un Diputado mas al PSOE en detrimento del PP. Este solo Diputado en una circiunstancia similar a la de las elecciones del 2005, con el resultado final dependiendo de un solo escaño de diferencia, podría suponer nada menos que el gobierno de Galicia.

Anónimo dijo...

Recomiendo artículo de anxo guerreiro en El País

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/perder/perspectiva/elpepiautgal/20090304elpgal_7/Tes

Anónimo dijo...

Su análisis me parece muy certero.
No veo que sea necesario porque no descubro nada pero como veo que en su blog hay sitio me permito trasladarles mi opinión acerca de las elecciones que es la siguiente: Touriño empezó a perder las elecciones en el momento en que nombró su gobierno. En algunas consellerías continuaron los directores generales del PP, en otras se incorporaron conselleiros sin experiencia en política. Ninguno fue capaz de poner en valor la gestión socialista que seguro fue mucho mejor que la percepción que tenemos el público en general. Falló la comunicación de lo realizado, quizá porque la gestión de Fraga cuando gobernaba lo ocupaba todo: pasamos de un poderoso aparato de propaganda pura y dura que tenía comprados a todos los medios de comunicación al guante blanco. La sensación es que no se hacían cosas, el cambio no llegaba. Los nuevos derechos, que siempre vienen de la mano de los socialistas, no llegaron a convertirse del todo en realidades. Las expectativas creadas en la gente fueron mucho mayores de lo que luego se pudo llevar a cabo en materia de dependencia por ejemplo.
Las consellerías del BNG parecían marcar el ritmo, parecía que su proyecto político, un modelo de imposición nada dialogante y que representa a una parte pequeña del electorado, se imponía al proyecto socialista, siempre tratando por su parte de no molestar al compañero de gobierno que pedía incluso hablar directamente con Madrid. En la lucha por las competencias entre las consellerías, todas mal repartidas por falta de confianza entre los socios la percepción es que el bloque se llevaba siempre el gato al agua. El ejemplo más claro es el tema eólico: si el BNG había hecho las cosas mal, o se le pone en su sitio rompiendo el bipartito si es necesario, o bien se apoya su decisión sin fisuras. Lo que se hizo fue una vergüenza propia de alguien que quiere o bien fastidiar al socio de gobierno o bien escurrir el bulto.
Pese a todo, meses antes de las elecciones la valoración del presidente era buena, se habían hecho cosas...pero llegó la crisis. Dijo Zapatero que la crisis es un estado de ánimo (y la que le cayó) , es cierto. Aunque las cifras dicen que lo peor de la crisis no ha llegado a Galicia, y también es cierto al menos de momento, parece que nadie ha tenido en cuenta que es precisamente en Galicia donde ha empezado. La venta de Fadesa a Martinsa y la posterior caída de la empresa fusionada se puede escoger perfectamente como un antes y un después en la situación económica española. Luego vendría la crisis financiera internacional. Aunque las cifras no lo digan, el miedo al desempleo corre por Galicia desde hace bastante tiempo, y aunque yo creo que Touriño tomó medidas el miedo es libre...todos los gobiernos pagan las crisis económicas.
Sin embargo una buena campaña electoral podría haber solucionado la papeleta. El apoyo desde Madrid era espectacular, ya lo hubiera querido para sí Fernando González Laxe: record en inversiones en infraestructuras, en financiación, en ministros, en implicación de los mejores mitineros en la campaña, etc.
Al PP bajo sospecha con lo que le está cayendo por España adelante solo se le ocurre la alternativa de la mentira, el insulto, nada de debates, en fin sus marrullerías, sus cosas...
Con este panorama nos encontramos un Touriño ensimismado, que no fue capaz de transmitir energía; que ante los insultos y las mentiras mantenía una calma profesoral. Como si pensase que su autoridad académica fuese suficiente para desmentir las insidias de la derecha, como si no necesitase convencer a nadie.
Creo que la derecha hizo mejor campaña: convenció a los que tenía que convencer, al electorado propio que se le había cabreado con el Prestige, que ve una derecha nueva en Feij009 licencia para robar, incluso un tanto gallardoniana (todos sabemos que la derecha es siempre igual en este país). Un electorado para el que vale absolutamente todo; y además recibió mucha ayuda:
Por una parte la inestimable ayuda de la traidora de UPD capaz de hacer creer a toda España que el castellano está en peligro en Galicia. La campaña de UPD favoreció claramente al PP en mi opinión. Y todos sabemos que a la traidora la apoyan y mucho determinados medios de comunicación.
La otra ayuda vino de la prensa de aquí: La voz estuvo a muerte con el PP y a muerte contra Quintana seguramente por el tema del Xornal. Al PSOE le dieron cera todos los medios de aquí. En A Coruña especialmente La Opinión... y siguen. En fin, creo que tenemos PP en Galicia mínimo para otros 16 años.
Espero no haberles aburrido.
Salud.

Anónimo dijo...

Creo que una clave esta en como se conformó el gobierno (bicéfalo) primero, y como se gobernó después, no con un programa unificado o conjunto, sinó con dos programas diferentes, superpuestos y muchas veces contradictorios entre sí, y aplicados en parcelas de gobierno/poder previamente rapartidas.
El BNG había conseguido en las elecciones de 2005 un apoyo electoral del 18%, y tal vez algunas de las medidas que llevaba en su programa electoral no tuviesen siquiera ese apoyo a la hora de la verdad. Sin embargo se llevaron a la práctica sin calibrar que un 75% de la población podría estar en contra, sobre todo en algunas zonas (Galescolas, Gallego en el comercio, por ejemplo..).
Sin embargo en aspectos como la Lei de Dependencia que si tenía apoyo popular, o la precariedad laboral, el empleo o la vivienda, "el cambio" no fué percibido por la gente. Luego vino lo del concurso eólico con muchos fallos de gestión,en vísperas de convocatoria electoral, pero que además tocó de lleno intereses de grupos económicos que se quedaron fuera. Todo ello lo utilizó un periódico como La Voz de Galicia que apoyó sin reparos al Partido Popular, arremetiendo de paso contra un rival emergente, Xornal de Galicia,
al que por lo visto se le teme, y que además se identificaba con el Bloque, y en menor medida con el bipartito.
La afirmación de que "votar al PSOE es como votar al Bloque" hizo mella entre mucha gente, que se preguntaba ¿y si voto al PSOE y luego me encuentro con un Conselleiro de Educación del Bloque, que no deseo?
Todo ello se complicó con la puesta en escena de una campaña muy mala por parte del PSOE, que se inició creyendo que elecciones estaban ganadas, y que además no propuso nada nuevo, mas que pedir el voto para continuar "la modernización y avance de Galicía", con un candidato (supuesto talismán) con comportamientos que parecían mas propios de quien se siente por encima del bien y del mal, que de un gobernante obligado a dar explicaciones (en lo del coche o las obras por ejemplo).En la campaña no se percibió diferenciación del BNG, sinó todo lo contrario, se ofrecia "continuidad del bipartito", pudiendo elegir si entre PSOE y BNG pero políticamente el resultado sería el mismo.

Anónimo dijo...

A min o que mais me preocupa agora son os favores que terá que pagar Feijoo pero co diñeiro de todos.
Por exemplo a algúns periódicos que tanto atacaron o PSOE e o BNG, e tanto axudaron o PP antes, e durante a campaña electoral.
Os médicos que fixeron folga en plena campaña electoral, mesmo o día de reflexión, polo visto para cobrar un plus por dedicación exclusiva, aínda que non exerzan tal exclusividade. ¿Ou estaban en xogo outras cousas? ¿Outra vez a privatización de servicios sanitarios?
Os xuices que tamén fixeron folga en plena campaña, mentras o Partido Popular con Mariano Rajoy a cabeza atacaba o xuíz Garzón por desenmascarar a corrupción en Madrid e Valencia.
Os promotores inmobiliarios que xa pediron entrevistarse con Feijoo para eliminar a prohibición de construir no litoral a menos de 500 metros da línea de costa.
Feijo, que privatizou as autopistas galegas, anuncia que "gobernará para todos". Quixera equivocarme pero moito me temo que en realidade quixo dicir que "GOBERNARA PARA TODOS ... ELES".