miércoles, 1 de abril de 2009

El PACTO SOCIAL – ¿Porqué no romper?

Al socaire de la crisis muchos de los que están en el origen de la misma, grandes banqueros y empresarios, que practicaron e impulsaron la especulación, y los gurús económicos y políticos que dieron la cobertura ideológica que está en la base de los actuales problemas, se han puesto a predicar sobre lo imprescindible de la moderación salarial, cuando no del recorte de las rentas provenientes del salario, como las derivadas de las cotizaciones sociales. Demandan también un recorte de las garantías de los hoy empleados y de los futuros contratos, recortes en el estado de bienestar, tales como los de las prestaciones de los parados, con el cínico argumento que estas desincentivan la recolocación en las condiciones ínfimas que ofertan algunos empleadores.
Llegados a este punto parece adecuado que, todos aquellos que vivimos de nuestro trabajo y esfuerzo personal, nos planteemos si vale la pena que continuemos el diálogo de sordos, tendente a mantener un Acuerdo Económico y Social, que la otra parte está dispuesta, no a ignorar, sino a atacar en cualquier ocasión que les parece favorable para ello. La respuesta es clara: si del Acuerdo se cae una buena parte del contenido Social, el dialogo tiene poco sentido y el Pacto ninguno.
Si los parados pierden prestaciones, los activos garantías y derechos y el conjunto de los ciudadanos salario social (educación, sanidad, pensiones y asistencia social), el negocio global debe devenir en ruinoso para todos y no solo para una de las partes. Lo máximo que puede ocurrir, si tenemos que recurrir a “las malas”, para resolver los conflictos de intereses, es que el sistema de globalización actual se tambalee y, si lo hace suficientemente fuerte, una buena parte de los dirigentes económicos sean sustituidos. Evidentemente habrá daño y victimas en las clases media y baja, pero lo que no puede pretender nadie sensato y racional es que el daño se produzca solo en estas clases, y que además se acepte con resignación, para que los culpables de la situación se mantengan al margen de ello, manteniendo fortuna, privilegios y poder.
Abril 2009
Fdo: Isidoro Gracia (DNI 7752400C)

3 comentarios:

Suso dijo...

La CEOE esta teniendo un comportamiento irresponsable.
Hablar de abaratar el depido y reducir salarios, y pagar a su ex-secretario general casi dos millones de euros de indemnización, deja en evidencia a su Presidente y Directiva. ¿Con el dinero de quien? Impresentable.
Al romper unilateralmente el Acuerdo sobre Negociación Colectiva, falta a su compromiso escrito y eso es muy grave, hoy, y para el futuro.
¿Por qué lo hace? Creo que se pretende empujar deliberadamente a los sindicatos al conflicto social, en connivencia con un poderoso sector de la derecha política que está deseando que se produzcan grandes movilizaciones contra la crisis económica. Si es una huelga general mejor. Los sindicatos, con razón no están por ello alegando que na ha habido recorte de derechos, por ahora, y que además hacerla detarioraría aún mas la situación económica, el clima social, y la imagen exterior de España, además de perjudicar al gobierno. Claro que eso es lo que precisamente desean algunos, a costa de lo que sea.
A eso parece apuntarse la CEOE añadiendo el desafío chulesco.."Si hay movilizaciones estaremos los primeros en la pancarta". ¡Que nivel!

Anónimo dijo...

aparecido en Público el 19 marzo

http://blogs.publico.es/dominiopublico/1157/la-silenciada-causa-de-la-crisis/

Anónimo dijo...

extraigo párrafo del artículo de V.Navarro
"Mientras que las semejanzas en el origen de la crisis a ambos lados del Atlántico son muy notables, las respuestas son muy diferentes. En EEUU las fuerzas progresistas están respondiendo con medidas similares, aunque menos intensas, que las que desarrolló Franklin D. Roosevelt en el New Deal. Un aumento muy notable del gasto público en inversiones y servicios públicos (como sanidad y otros servicios), financiando tal gasto con un incremento en los impuestos de los sectores más pudientes de la población (que se beneficiaron enormemente de las políticas liberales) y permitiendo un crecimiento del déficit federal hasta alcanzar un 12% del PIB. También un reforzamiento de los sindicatos para aumentar los salarios, un elemento clave de la recuperación de la demanda, tal como hizo Franklin D. Roosevelt con la Ley Wagner que estableció los sindicatos y que la Administración Obama (presionada por las clases populares y por los sindicatos) está expandiendo para facilitar el incremento de los salarios y de la demanda.

En la Unión Europea, sin embargo, bajo un dominio conservador liberal (excepto en España), la respuesta ha sido enormemente insuficiente. El estímulo económico ha sido mucho menor que el aprobado por el Congreso estadounidense; el Pacto de Estabilidad continúa penalizando a aquellos estados que tienen un déficit de más del 3% del PIB, y los gobiernos están proponiendo que los trabajadores congelen sus demandas salariales como manera de salir de la crisis. Todas ellas medidas contrarias a las necesarias en estos momentos en que debieran revertirse las políticas regresivas que causaron la polarización social, responsable de la crisis de entonces y la de ahora."