jueves, 3 de marzo de 2011

¡ES EL PARO, ESTUPIDOS!

No quiero ofender ni mucho menos insultar a nadie, pero si levantar la voz, llamar la atención con la fuerza que pueda. La frase para el título de esta nota se me ocurrió al recordar aquella tan celebre de la campaña de Bill Clinton en 1992 referida a la economía, y también al tener noticia de la escandalosa cifra de parados inscritos en las oficinas de INEM: más de cuatro millones trescientos mil en España, y cerca del cuarto de millón en Galicia. Estos son los records que nos han de preocupar, y no las bobadas con los que nos quieren entretener.
Recuerdo las tristísimas imágenes de anteayer en TV de un matrimonio, en paro ambos cónyuges, uno de ellos con las prestaciones por desempleo ya agotadas, que habían entregado al banco su vivienda al no poder pagar la hipoteca. El banco, no conforme, alegaba que la vivienda se había devaluado, y no cubría la cuantía pendiente de la hipoteca, por lo que anunciaba un recurso para cobrar la diferencia. No es un hecho aislado, sino al contrario, muy extendido ya y aumentado. Al ver la noticia recordé a los bancos y cajas, con miles de pisos de su propiedad, contabilizados con un valor muy superior al real, pero que solo devalúan en casos como este, cuando una familia lo tiene que devolver porque no lo puede pagar. ¡Que triste y que vergüenza! No me puedo creer que así vayamos a salir de la crisis.
Al día siguiente leo en la prensa que el Secretario de Estado de Economía, invita a “rebajar la tasa de ahorro de las familias”, es decir a gastar más para recuperar el consumo e impulsar así la recuperación económica. Claro, si no hay consumo las empresas no venden, y si no venden cae la actividad económica, y si cae la actividad económica aumenta el paro. Un círculo vicioso infernal en el que estamos metidos. Pero me pregunto dos cosas: 1) ¿Cómo van a gastar mas las familias, teniendo a muchos de sus miembros en paro, y ante un panorama de empleo tan sombrío? 2) ¿Cómo va a mantenerse la demanda y por tanto el consumo y la actividad económica con cuatro millones y medio de parados, de los cuales un 25% no cobra ningún tipo de ayuda económica, y el 50% de los demás percibe tan sólo la prestación de un subsidio inferior a los 300 euros mensuales?. ¿Acaso se ignora que no se gasta porque no se tiene dinero para gastar? Sin necesidad de llegar a Secretario de Estado, la gente sabe que el consumo no se reactivará mientras no se reduzca la cifra de parados, esto es así de sencillo, y lo llevan diciendo los sindicatos desde hace mucho tiempo.
En lo social, la situación tiende a agravarse. A lo largo de los dos últimos años, el ahorro de muchas familias se ha venido destinando ya a sus miembros en paro. El numero de parados y paradas de larga duración esta aumentando, con lo que este colchón de las ayudas generadas en el seno de la propia familia se va agotando, como lo han hecho ya los pequeños ahorros personales de muchos parados. El Secretario de Estado invita a no ahorrar y si a gastar y consumir, pero ¿es correcta esta recomendación?, ¿no es mas sensato ahorrar por si acaso a la vista del sombrío panorama? El consumismo por si mismo, irracional y absurdo muchos veces, no sólo no parece medida adecuada para salir de la crisis, sino más bien contraproducente y causa de la espiral absurda que nos ha llevado a ella.
Por si esto fuera poco, a la Xunta de Galicia no se le ocurre otra cosa mejor que decir “que no tiene competencias para crear empleo”, e introducir un código que suena a arma secreta el “S-698” con el que, según la oposición, pretende eliminar de las listas del paro nada menos que a ¡56.000 de esas personas paradas!, no porque hayan encontrado trabajo sino porque no se las computará como desempleadas. El no saber que hacer, lleva también a acuñar frases tan peregrinas como la del Presidente Feijoo cuando dijo que “más formación para los parados solo sirve para tener parados con más formación”.
Lo más preocupante es que nuestros gobernantes parecen creerse que dado que hemos hecho los deberes que los mercados nos han impuesto, ahora esos mismos mercados, por si mismos ¿acaso como premio? reactivarán nuestra economía y vendrá con ello la creación de nuevos puestos de trabajo, y la recuperación de un horizonte de más prosperidad para las familias trabajadoras. Esta parece ser también la política, que subliminalmente impulsa como buena un conocido banco gallego cuando a través de la imagen del periodista Fernando Onega nos dice: “Animo amigos, confiad en nosotros, saldremos de esta porque nunca llovió que no escampara”. Sin embargo, hoy la prensa nos informa que el citado banco tiene “un nivel de riesgo ante el ladrillo superior al de las cajas”.
Soy de los que creo que los mercados por si mismos no nos van a arreglar nada, mas bien pueden empeorar aún más las cosas. Necesitamos medidas y nuevas prioridades por parte de las administraciones públicas, de todas (desde el ayuntamiento más pequeño, a las Diputaciones Provinciales, la Xunta y el Gobierno Central, y las propias entidades financieras). Es necesaria la intervención pública para hacer frente al paro, y con ello impulsar también la recuperación. Es urgente una política económica que, con los debidos controles, tenga como objetivo central y prioridad absoluta la creación de empleo. De no hacerlo así será muy lenta y difícil la recuperación económica, y en el caso de Galicia en concreto tal vez imposible, o abocada a un período de recesión o mínimo crecimiento del que no nos recuperaremos hasta pasado mucho tiempo. El paro es el problema y debe ser la prioridad.

SUSO MOSQUERA
3/02/2011

2 comentarios:

L. de Guereñu Polán dijo...

Todavía no he escuchado a ningún experto explicar de forma convincente por que España tiene una tasa de paro tal alta en relación a otras economías parecidas. Ya sé que hay parados que no lo son realmente, pero esto hace variar decididamente el problema. Sigo a la espera.

L. de Guereñu Polán dijo...

Quise decir "pero esto NO hace variar decididamente el problema".