lunes, 5 de diciembre de 2011

10 DE DICIEMBRE, DIA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

La Segunda Guerra Mundial (1939/1945) fue un episodio espantoso en la historia reciente de la humanidad. Algunas estimaciones cifran en ¡70 millones! el número de muertos. Un enfrentamiento feroz y despiadado, que además arruinó por completo a Europa, por la que pronto se extendieron la miseria, el hambre y las enfermedades. De aquél horror, surgirían acuerdos económicos y políticos subscritos por gobernantes bañados por esa lucidez que imponen los desastres, entre ellos un modelo económico y social que sería conocido como del “Estado del Bienestar”. También surgiría algo muy hermoso: La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Fue en 1948 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas, expresó que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona “son fundamentales para la libertad, la justicia y la paz en el mundo”. En 1950 la Asamblea General invitó a todos los estados miembros y a las organizaciones interesadas a que observaran EL 10 DE DICIEMBRE DE CADA AÑO COMO DIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, incidiendo en la necesidad de defender el cumplimiento de estos derechos a nivel mundial.
Han pasado poco más de 60 años, cuando algunos de los que vivieron aquellos hechos están aún vivos, y ya parece que hemos olvidado la terrible lección. Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, y por supuesto España, parecen no recordar ya las causas de aquellos desastres terribles, que condujeron a la Guerra Civil Española primero, y a la Segunda Guerra Mundial poco después. La injusticia social, la avaricia, las ambiciones nacionalistas, el retorno a los fundamentalismos fanáticos y excluyentes, el sacrificio de todos los principios y valores ante el poder del dinero, el desprecio a los derechos humanos y a la dignidad humana, se extienden imparables envueltos en la palabra crisis, que hoy como ayer paraliza con el miedo y la mentira masiva, dejando libre el camino a los saqueadores de bienes, libertades y derechos. La democracia está herida y con ella todas sus principales instituciones y valores. Tecnócratas al servicio de los amos del dinero sustituyen a los gobernantes democráticos, y los pueblos, confusos, aturdidos e impotentes, van entregando sumisos el poder a sus expoliadores.
Hay una gran ofensiva contra los derechos de las personas. Es por ello que parece mas necesario que nunca hacer nuestro el llamamiento de Naciones Unidas, proclamando la necesidad de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos sea respetada, y para ello sea dada a conocer a través de los medios de comunicación, leída y explicada en las escuelas, glosada en las Universidades, tenida en cuenta y recordada por los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, y todo tipo de asociaciones y entidades. Recordémosela a los banqueros, a los gobernantes, a los que le han arrebatado sus derechos desde incluso antes de haber nacido, para sepan que estos derechos son suyos Es lo mejor para todos. Es el mínimo común para evitar nuevos y dolorosos desastres. Es una obligación para toda persona de bien.
Durante muchos años, cínicamente, la Declaración Universal fue utilizada como “arma arrojadiza” contra las dictaduras de izquierda, y mucho menos contra las de derecha. Pero hoy es preciso recordársela, y exigírsela a las propias democracias occidentales, y también a las propias iglesias y confesiones religiosas, la católica incluida. Y por supuesto a las entidades financieras, y a eso que llaman “los mercados”, de cuyo comportamiento indigno y cínico muy pocos “guías espirituales” se atreven a hablar.

Xesús Mosquera Sueiro
5/Diciembre/2011

1 comentario:

L. de Guereñu Polán dijo...

Acabo de leer que en Afganistán un juez ordenó que la niña violada se casase con su violador... España todavía puede hacer algo allí mientras los soldados no se vayan. Y luego también. Llenad, por favor, el correo de la nueva ministra/o de exteriores y de defensa sobre este asunto.