jueves, 19 de enero de 2012

ASÍ COMENZARON EL NAZISMO Y EL FASCISMO

Es conocido que los nazis llegaron al poder ganando elecciones, es decir con el apoyo de una mayoría de ciudadanos que se expresó democráticamente. Con el uso de los entonces más modernos métodos de comunicación fueron impregnando a la opinión pública, que estaba sufriendo la crisis económica derivada del crash de la bolsa americana de 1929, que se traslada al mundo occidental, y al colapso bancario consecuente que se extiende por Europa durante1931, de que solo existe una única alternativa, la del ejercicio del poder de forma absoluta por unos partidos muy determinados y que la culpa de todos los males la tiene algún enemigo próximo. También los fascistas italianos ganaron sus elecciones usando propaganda y violencia e identificando a los “culpables”.
Posteriormente con el ejercicio sin escrúpulos desde el gobierno del poder obtenido, también con el aplauso de la mayoría de sus ciudadanos (con el temor de algunas minorías más lúcidas), emitieron normas que intentan eliminar el pensamiento crítico, la quema publica de libros o los ataques  a los medios de comunicación y de transmisión de cultura que no comulgan con sus ideas son un ejemplo, las normas y tribunales que proponen el encarcelamiento y “reeducación” de los opositores es otro bien claro.
La actual crisis, tanto en su nacimiento como en su evolución, es un caldo de cultivo muy parecido al existente en el comienzo del proceso en el siglo pasado. Las tesis del pensamiento único y su impregnación en la opinión pública, mediante los actuales y mucho más potentes métodos y medios de comunicación, también guardan un paralelismo evidente. Por último la venta, hasta la nausea,  de que no hay más que una alternativa válida es aún más clara, en este caso la alternativa a aplicar es aquella que dicten los mercados y que el culpable es el otro (el inmigrante, el vecino no deseado o el líder del partido adversario) también se repite.
El crecimiento electoral, en toda Europa, de los partidos de extrema derecha, con bases nacionalistas hasta la xenofobia y tintes confesionales, indica hasta que punto ha calado su discurso en los ciudadanos azotados por una crisis de la que no aceptan su parte de responsabilidad, descargándola en los rumanos en Francia e Italia, los gitanos y emigrantes en otros muchos países, o de los antiguos dirigentes en casi todos, incluida España. En Hungría han dado un paso más y ha aprobado una Constitución, por mayoría de 2/3 del Parlamento, que recupera una religión oficial, la cadena perpetua, la supeditación del poder judicial al ejecutivo, la limitación de la libertad de prensa, la intromisión casi sin límite en la economía y moral privadas, etc., al tiempo que el gobierno actual identifica a los culpables de su crítica situación económica: los comunistas y los estados vecinos donde existen amplios colectivos de húngaros emigrados.
¿Y en España qué?, pues aparte de tener bien identificado al culpable de todo, un discurso xenófobo arraigado en amplias capas de población, el mantenimiento de discursos pro y anti catalanistas, o pro y anti vascos, o pro y anti españolistas, la declaración de intenciones de reponer la cadena perpetua, eliminar derechos civiles y la última ocurrencia de encarcelar a los que no acepten las tesis económicas del actual gobierno, poca cosa más.

Enero de 2012
Fdo. Isidoro Gracia Plaza (DNI 7752400C)

5 comentarios:

Maia Leiro dijo...

El discurso también está sirviendo para desmontar el Estado del bienestar privatizando la red pública, culpable de todos los males, según ellos, junto a los derechos de los trabajadores, excesivos. No hay más que mirar a China, lo bien que le va con trabajadores menos protestones. La realidad es que el dinero de los ciudadanos es precisamente para ellos, para los ciudadanos y su mejora vital a través de un sistema público, y el culpable de todos los males es el mal uso que se ha hecho de ese dinero, destinándolo a aeropuertos deficitarios, "cidades da incultura", pagos políticos y robos "reales" varios, además de favorecer a la banca y a las constructoras insaciables y descontroladas. La Solución es más Estado, entendido como Administración y menos liberalismo que sólo mira por si mismo y no por el bien de la comunidad.

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

Sin pretender ser puntilloso, quiero matizar algunas cosas aquí escritas: los nazis no ganaron las elecciones por mayoría (el mejor resultado, el de enero de 1933) fue del 37%, muy por debajo de lo obtenido el Partido Socialista hace años y el Parido Popular ahora. Los nazis se valieron del apoyo del partido católico alemán para tener mayoría en el Parlamento (hubo otros grupos que se sumaron al festín, pero ya no eran necesarios para formar mayoría). Los fascistas italianos no accedieron al poder mediante unas elecciones, sino mediante una acto de fuerza, en 1922, que amedrentó al rey, el cual les llamó para formar gobierno. Las elecciones que luego hubo en Italia (hasta después de la guerra) fueron con los referendos de Franco, sin libertades políticas, prohibidos los partidos y, por lo tanto, para garantizar el éxito del partido fascista, que anuló el papel del Parlamento bastante pronto. Estoy muy de acuerdo en que hay muestras evidentes del avance de la derecha y la extrema derecha en Europa: sobre todo en relación a la defensa de sus intereses económicos y de la xenofobia (emigrantes), que tienen en España su mejor expresión en Duran i Lleida, el presidente de la Generalitat, la presidenta de Madrid y los ministros de Exteriores, Justicia, Economía y Trabajo. Pido atención a estos personajes, porque ya se verá el juego que dan a la derecha; razón de más para que el Partido Socialista arranque pronto con fuerza, cambie radicalmente de orientación, vuelva a la alianza con los sindicatos y organizaciones progresitas, se acerque a Izquierda Unida y piense en un proyecto a diez o doce años vista. Un saludo.

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

No vaya a ser que alguien piense que me escondo: el de la intervención anterior soy yo: Guereñu.

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

Para ser exactos del todo:
Efectivamente Hitler fué apoyado por un lider político y sacerdote católico y sus parlamentarios.
Los fascitas italianos tomaron el poder mediante la maniobra de fuerza que expones, pero también obtuvieron más del 60% de los votos en las elecciones de 1924, los socialistas, 2ª fuerza, no llegaron al 20%.
Isidoro

L. de Guereñu Polán dijo...

Elecciones del 24 que, sin embargo, no contaron con las garantías de limpieza, como se denunció por los socialistas y otros grupos, porque el control de las mesas estaba en manos de fascistas exclusivamente, la prenta estuvo maniatada, la propaganda negada a los que no eran del partido fascista... Creo que no se dieron garantías para poderlas considerar unas verdaderas elecciones, pero sí es cierto que buena parte de la población confió en los regímenes fascistas, durante el período de entreguerras, como consecuencia de la crisis de los sistemas parlamentarios. Que yo sepa van Popen no era cura; el que sí lo era es el eslovaco Josef Tiso. Un saludo. L. de Guereñu Polán.