domingo, 15 de enero de 2012

El pensamiento de una vida

Fraga, ufano, con Franco
En el año 1990 el señor Fraga fue elegido Presidente de la Xunta de Galicia. Solo lograr la mayoría absoluta, declaró: "Toda mi vida la sentí como preparación para ser el presidente de Galicia". Se me ocurre que para haber sentido eso toda su vida no tuvo empacho en colaborar estrechamente con la dictadura del general Franco durante 25 años. Colaboración que era la peor prueba posible para que su frase fuese creíble. Otra cosa es que el señor Fraga se acomodase, en cada ocasión, a la nueva situación dada, cosa que ha hecho, eso sí, durante toda su vida.

Hay algo en lo que no se ha hecho suficiente hincapié y es que el señor Fraga, con toda su formación jurídica, no dijo ni "mu" en el Consejo de Ministros que decició condenar a muerte al dirigente comunista Julián Grimau, que había sufrido una pantomima de juicio y que, como después se demostró, no tuvo nada que ver con las acusaciones que se le hicieron. Eso sí, fue un militante comunista como el señor Fraga vistió el uniforme falangista cuantas veces fue necesario. ¿Como es posible que no se le haya preguntado nunca -que yo sepa- sobre tal asunto? ¿Que contestaría? En una ocasión, en el Senado, un miembro de dicha cámara sí hizo alusión al tema mientras el señor Fraga callaba ladinamente. ¿Qué piensa nuestro hombre de aquella actuación suya? Porque ya sabemos qué piensa de los muertos de Vitoria, de la represión de manifestaciones y manifestantes cuando fue ministro de la Gobernación; ya sabemos lo que piensa sobre el franquismo, al que nunca ha condenado porque sería como condenar media vida política suya. En el año 1968 viajó a Guinea Ecuatorial para dar posesión al asesino Macías, un rendidor de pleitesías al régimen de Franco, y de ahí el entusiasmo del señor Fraga.

Fraga con el asesino Macías
El embajador Fraga, el jurista Fraga, el catedrático Fraga, se fue en cierto momento a Londres en misión oficial pretendiendo que las nuevas generaciones no sabrían sobre su pasado. Pero su pasado está ahi, en las tinieblas de nuestra historia, de la que él forma parte. Actuó autoritariamente en la Xunta de Galicia, no combatió los vicios de la política gallega heredados del franquismo, pero eso sí, con el consentimiento de los gallegos, que revalidaron su elección una y otra vez, incluso cuando ganó las elecciones por mayoría relativa. Siempre encabezó al partido más votado de Galicia, lo que le permitia decir que era "la mayoría natural" del país. Sus colaboradores quizá no estén para pensar nada trascendente, orgullosos como estarán de haber usufructuado el poder. Los que se reclaman sus opositores debieran hacerlo, creo yo, y mucho, porque de lo contrario, los epígonos del señor Fraga se van a eternizar gobernando este país otros 25 años.

L. de Guereñu Polán.

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