Ahora resulta que deprisa y corriendo el señor Rajoy y su gobierno “se han visto obligados” a tomar unas medidas de política económica como la subida del IRPF y otros impuestos, que no solo no tenían pensado tomar, sino que llevaban años diciendo que jamás tomarían. El motivo, o mejor la disculpa: Que la previsión de déficit presupuestario para el 2011 no es del 6% como pretendía al anterior Gobierno, sino del 8%, es decir ¡un 33% más! A mi desde luego me cuesta mucho creerlo, tanto, que de hecho no me lo creo. No estamos hablando de un desvío pequeño, de unas décimas más o menos, sino de un supuesto gravísimo error de cálculo del anterior gobierno, en un tema que a lo largo de todo el año ha sido seguido mes a mes por los responsables de la contabilidad del Estado, por el Gobierno de España, por el Parlamento incluida la oposición, por la Unión Europea, y por los propios “mercados” que tanto tiempo llevan escudriñando nuestras cuentas, y resulta que nadie había detectado ¡un error de cálculo del 33%, hasta el viernes 30 de diciembre! ¿O es que no fue un error sino un engaño deliberado del anterior Gobierno de España? El tema es muy grave, y de un modo o de otro tiene que ser investigado y aclarado, pues el pueblo español se merece una explicación convincente y pormenorizada.
Extraña mucho que algo de este calibre se anuncie por sorpresa dos días antes de acabar el año, y simultáneamente y por lo visto a consecuencia del nuevo y sorprendente dato se haga público un conjunto de medidas económicas que -se supone- no serían tomadas de ser cierta la cifra del 6% de déficit en las cuentas públicas. Cuesta creer que las medidas hayan sido improvisadas en menos de una semana, y no sopesadas y analizadas por lo menos desde el momento mismo en que el PP ganó las elecciones el pasado 20 noviembre. Cuesta creer que un tema de este calibre no se haya puesto de manifiesto a la hora de la transmisión de poderes. Cuesta creer que los responsables de la intervención de las cuentas del estado no hayan dicho nada. Es difícil no ver una sospechosa similitud entre este comportamiento del nuevo Gobierno de España con el de la señora Cospedal en Castilla La Mancha. Es difícil no pensar que podemos estar ante un descarado engaño a la ciudadanía que se pretende justificar con otro supuestamente achacable al anterior gobierno. Todo muy turbio, retorcido, extraño.
El pueblo español merece una explicación a fondo sobre el tema, pues alguien ha mentido o está mintiendo de manera descarada. Los primeros en pedir explicaciones y me extraña que no lo hayan ya son los sindicatos, pero también los partidos políticos de la oposición en el Parlamento, y desde luego nuestros queridos medios de comunicación. Claro, la noticia se ha colado en pleno fin de año, con vacaciones, fiesta, celebraciones, con las redacciones de los medios en manos de suplentes, resaltando las duras medidas en sí mismas y situando en un segundo plano el porque de las mismas a pesar de la gravedad de lo afirmado por el Gobierno del señor Rajoy.
XESUS MOSQUERA
1 de Enero 2012
1 comentario:
La oposición sabe, al mismo tiempo que el Gobierno, cual es el déficit porque lo publica el Banco de España. El actual Gobierno no puede inventarse un déficil porque el oficial es el que está publicado por la autoridad monetaria. A no ser que el actual Gobierno quiera seguir mintiendo commo lo hizo en la oposición y en la campaña electoral. Creo que el Partido Socialista no debiera atender solo al próximo congreso, sino que debiera anticiparse anunciando las medidas que son previsibles tome el Gobierno para denunciarlo aún antes de que se produzcan.
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