miércoles, 15 de febrero de 2012

¿QUIEN SE HA LLEVADO MI PARTE?

Poco antes del 2000, y durante un par de años, estuvo de moda un librito que contaba una fábula sobre cómo se adaptaban a una situación de crisis cuatro pequeños personajes. La crisis consistía en que su modo de vida, un depósito de queso del que se alimentaban, un día apareció vacio. La respuesta de cada uno de ellos fue diferente, y triunfaron los que se movieron para buscar otros depósitos de queso, sin embargo todos se hicieron la misma pregunta antes de buscar la solución: ¿Quién se ha llevado mi queso?
A diferencia del ejemplo de la fábula, la tarta de queso de la riqueza española anual, producida en 2011, sigue siendo sustancialmente la misma que la de cinco años antes, según Eurostat el PIB español en PPA (Paridad de Poder Adquisitivo) es de unos 1.200.000 millones de € al año. Según el Instituto Nacional de Estadística Español (INE) unos 1.100.000 millones de € en moneda real. Pues bien, de forma poco explicable nos comunican, un día sí y otro también, y por todos los medios de comunicación, que muchas de las porciones de tarta que en 2007 o 2008 se dedicaban a sanidad, educación o especialmente a salarios, no están disponibles para 2012. Parece muy razonable que los parados, los enfermos, las familias con hijos se hagan la misma pregunta: ¿quien se ha llevado mi parte?
Ya sé que mis conocimientos de ingeniería y relaciones laborales y empresariales, o los dos cursos de ciencias económicas y los más de 15 años de experiencia en política,  no llegan para comprender los misterios de la respuesta, por lo que he acudido a una fuente fiable: el Centro de Estudios del FMI. Este centro, muy valorado por los expertos en la materia, ha realizado un informe cuyos datos son concluyentes: Una de las causas más importantes de la actual  crisis es el crecimiento de las desigualdades sociales,  la gran concentración de las rentas en los sectores más adinerados, rentas que provienen sobre todo de las rentas del capital, a costa de las rentas de los ciudadanos cuyas rentas proceden principalmente del trabajo, ha determinado un descenso muy notable de la capacidad adquisitiva de la mayoría de la población, forzándola a endeudarse, e incrementado las desigualdades hasta límites insostenibles por el sistema. El informe demuestra que a mayor crecimiento de la concentración de las rentas en unas pocas manos  mayor endeudamiento del resto de la población, y mayor tamaño del sector financiero.
El estudio se realizó sobre lo que calificaba como una economía avanzada, por lo que podría ser de aplicación, no solo a España, sino a la mayor parte de los países europeos.
Para mí la respuesta es clara, yo sé quien se está llevando mi parte. La solución también, moverme contra los que se la están llevando.

Febrero de 2012
Fdo. Isidoro Gracia Plaza.

2 comentarios:

L. de Guereñu Polán dijo...

Estoy muy de acuerdo y también coincide en esto un profesor al que yo sigo, Viceç Navarro. Es evidente que cuanto más depauperada esté la población, menos capacidad tiene de consumo y por lo tanto más se resiente la producción. Si no se crece económicamente no se puede repartir la riqueza. Y si se crece -como hasta hace unos años- y no se reparte la riqueza, es evidente que alguien se ha quedado con más partes de la tarta o del queso de las que le correspondían. Un saludo.

Guillerme Pérez Agulla dijo...

Para poner más en claro donde han ido a parar esos millones de euros mal distribuidos no hay más que acudir a otro dato contrastado: El 2011 se ha cerrado con un aumento del 25% en la venta del lujo. Los ricos han gastado más porque, obviamente, disponían de más fondos. Ahí está todo el queso. Efectivamente, se trata de un problema de distribución donde los ricos están convirtiendo nuestra sanidad pública en yates y coches deportivos, mientras el pueblo, mal informado, está desorientado y no en la calle, reclamando derechos que perderá si no hace nada por evitarlo. El domingo es un buen momento para empezar a defenderlos.