viernes, 15 de junio de 2012

Recordando

Los carteles de José Ramón era extraordinarios
Echando un vistado a las candidaturas de las primeras elecciones democráticas a Cortes (1977) se comprueban interesantes cosas: la incoherencia y deslealtad a las ideas propias (si es que se tienen) es una de ellas. En la candidatura "Equipo Demócrata Cristiano - Socialdemocracia Gallega" (casi nada) el número dos era el señor Zulueta de Haz, cuyas ínfulas socialdemócratas, etc. se le olvidaron una vez el Partido Popular le ofreció la presidencia del Consello da Cultura Galega. Políticos como éste son los que no interesan, sin convicciones más allá del interés personal. Los de UCD se pasaron luego en bloque al PP, prueba de que eran la misma cosa con distinto nombre y de que los protagonistas no tenían mayor problema en una opción u otra; el caso era estar. 

Por mi parte engrosé la candidatura del Partido Socialista en un puesto honorífico, pues ocupé el número siete de ocho. El mayor orgullo es la compañía que tuve, encabezada por Francisco Bustelo, el único que obtendría escaño. Se estaba preparando el camino para una victoria extraordinaria en el año 1982 (202 escaños del Congreso), y luego revalidar tres triunfos consecutivos más (solo el último por mayoría relativa). Luego vino la década de los noventa, la de los escándalos y mi espantada. Pero no me he ido de la política; esa la llevo en la sangre, y no creo abandone ya nunca los ideales que se forjaron en mí aunque, como es lógico, limados por la experiencia y la decepción. 

L. de Guereñu Polán. 


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