lunes, 17 de diciembre de 2012

El ciudadano atrapado

Hace unos días, medio día en la Plaza de España de Madrid: un grupo de ciudadanos se manifiestan para protestar contra una medida del Gobierno. La policía, según las nuevas instrucciones del Ministerio del Interior, ordena identificarse a varios. Uno de ellos se niega. Es llevado a la comisaría más própxima: se le acusa de desacato. Ha de recurrir dicha acusación por lo que ha de pagar 300 euros de tasa judicial según la norma recientemente aprobada a propuesta del Ministro de Justicia.

El ciudadano en cuestión es menesteroso, por lo que no tiene recursos para pagarse un abogado -ni tampoco las tasas judiciales- recurre a un abogado de oficio y no hay ninguno disponible porque los que están se les deben varios meses de salario y no están dispuestos a seguir desplazándose por su cuenta (es decir, adelantando dinero).

El ciudadano es identificado al fin mediante datos que obran en poder de la policía; se le deja en libertad. La empresa donde trabaja discontinuamente (cuando es necesario a la misma) le despide porque no se presentó al estar detenido en la cominsaría. El ciudadano se explica, pero que si quieres arroz Catalina. Se dirige a la Magistratura de Trabajo para que entienda sobre su caso: se le dice que tiene que nombrar abogado y procurador; dice que no tiene dinero porque está en paro desde el día anterior.

Apenado y pobre, pero enérgico, ve acercarse una manifestación de ciudadanos que protestan contra una medida del Gobierno; se suma a ella. Un policía le pide se identifique; se niega, es detenido, llevado a la comisaría... vuelta a empezar.
L. de Guereñu Polán.

2 comentarios:

Xesús dijo...

Creo que se está vulnerando, conscientemente, la Constitución Española, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y otras normas concordantes.
El Tribunal Constitucional ha declarado constitucionales la medida del Gobierno Vasco de no acatar la exclusión de los extranjeros de la protección saniaria, y la del Gobierno de Andalucía sobre la subasta para la provisión de medicamentos al Servicio de Salud de Andalucía. Creo que al Gobierno se le avecinan mas desautorizaciones de este tipo.
Lo mas grave ¡Es que no les hace caso! ¡Mal vamos! ¡Muy mal!

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

La función de un Tribunal de Justicia, y el Constitucional entre ellos, no solo es dictar sentencias, sino ejecutarlas. Si no lo hace es cómplice del Gobierno que desobedece. Un saludo.