miércoles, 2 de enero de 2013

No hubo fin del mundo

Por mucha felicidad que nos hayamos deseado estos días, desde hoy mismo continuará la explotación de millones de seres humanos en China, muchos de ellos empleados por empresas multinacionales; continuará el hambre y la miseria de millones de seres en India y en África, donde además enfermedades endémicas se cebarán sobre los mismos; millones de personas en el mundo no tendrán trabajo, tendrán que emigrar, sufrir el desarraigo, la marginación, la inseguridad, problemas psicológicos derivados de desprecios y maltratos; desde hoy mismo seguirá habiendo millones de familias en los Andes y en el altiplano de México, en las selvas ecuatoriales, en la Patagonia y en el Mato Grosso.

Desde hoy mismo continuará la explotación inmisericorde de personas en el "cuarto mundo", millones de pequeños artesanos y trajadores autónomos sufrirán la incertidumbre de una economía que está en manos de unos pocos; desde hoy mismo en los países del sur de Europa las personas de rentas más bajas verán reducidos los derechos sociales que tenían conquistados, la amplia clase media verá como se le ha mentido y los gobiernos no están dispuestos a presentar batalla ante las grandeS corporaciones del dinero, sino a plegarse a su voluntad.

Desde hoy mismo el Gobierno de Israel estará pensando como seguir matando palestinos y Hamás pensando en como continuar una lucha desigual que, por serlo, es suicida. Desde hoy mismo el ejército sirio seguirá masacrando a su población solo por el hecho de que el mandamás del país no quiere dejar su puesto donde ha sido colocado por la sola voluntad de su padre. Desde hoy mismo grandes banqueros y petroleros, grandes usurpadores con cara de moneda de oro estarán pensando como esquilmar el planeta, como enriquecerse más, como competir mejor en un mundo donde amplias capas de la población ha visto empeorar su situación.

Desde hoy mismo permanecerán en sus poltronas los gobiernos que no preverán las catástrofes naturales, muchas veces consecuencia de actuacines antrópicas, con lo que cuando la muerte y la miseria se enseñoree por sus poblaciones, no habrán destinado los recursos para paliar, salvar y ayudar. Desde hoy mismo las organizaciones no gubernamentales, las personas de bien, continuarán desgañitándose para cambiar las cosas, para construir, para ayudar a los que lo necesitan, para combatir la miseria y la pobreza, mientras unos pocos poderosos encienden sus puros, miran con desdén el globo y ponen su dedo, arbitrariamente, en el próximo territorio que piensan talar.

No parezca esto una imagen maniquea del mundo. Mientras todo esto va a seguir ocurriendo una enorme mayoría de la población va a permanecer anónima, pasiva, mirándose el ombligo, como si fuese un ónfalos sagrado. Ojalá hubiesen acertado los antiguos mayas con sus predicciones, porque habiendo desaparecido de golpe tanto miserable y tanta miseria, un hálito de vida diera origen a otro mundo por construir con la justicia y la igualdad como norma.
L. de Guereñu Polán.

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