No hubo fin del mundo

Por
mucha felicidad que nos hayamos deseado estos días, desde hoy mismo
continuará la explotación de millones de seres humanos en China, muchos
de ellos empleados por empresas multinacionales; continuará el hambre y
la miseria de millones de seres en India y en África, donde además
enfermedades endémicas se cebarán sobre los mismos; millones de personas
en el mundo no tendrán trabajo, tendrán que emigrar, sufrir el
desarraigo, la marginación, la inseguridad, problemas psicológicos
derivados de desprecios y maltratos; desde hoy mismo seguirá habiendo
millones de familias en los Andes y en el altiplano de México, en las
selvas ecuatoriales, en la Patagonia y en el Mato Grosso.
Desde
hoy mismo continuará la explotación inmisericorde de personas en el
"cuarto mundo", millones de pequeños artesanos y trajadores autónomos
sufrirán la incertidumbre de una economía que está en manos de unos
pocos; desde hoy mismo en los países del sur de Europa las personas de
rentas más bajas verán reducidos los derechos sociales que tenían
conquistados, la amplia clase media verá como se le ha mentido y los
gobiernos no están dispuestos a presentar batalla ante las grandeS
corporaciones del dinero, sino a plegarse a su voluntad.
Desde
hoy mismo el Gobierno de Israel estará pensando como seguir matando
palestinos y Hamás pensando en como continuar una lucha desigual que,
por serlo, es suicida. Desde hoy mismo el ejército sirio seguirá
masacrando a su población solo por el hecho de que el mandamás del país
no quiere dejar su puesto donde ha sido colocado por la sola voluntad de
su padre. Desde hoy mismo grandes banqueros y petroleros, grandes
usurpadores con cara de moneda de oro estarán pensando como esquilmar el
planeta, como enriquecerse más, como competir mejor en un mundo donde
amplias capas de la población ha visto empeorar su situación.
Desde hoy mismo permanecerán en sus poltronas los gobiernos que no
preverán las catástrofes naturales, muchas veces consecuencia de
actuacines antrópicas, con lo que cuando la muerte y la miseria se
enseñoree por sus poblaciones, no habrán destinado los recursos para
paliar, salvar y ayudar. Desde hoy mismo las organizaciones no
gubernamentales, las personas de bien, continuarán desgañitándose para
cambiar las cosas, para construir, para ayudar a los que lo necesitan,
para combatir la miseria y la pobreza, mientras unos pocos poderosos
encienden sus puros, miran con desdén el globo y ponen su dedo,
arbitrariamente, en el próximo territorio que piensan talar.
No parezca esto una imagen maniquea del mundo. Mientras todo esto va a
seguir ocurriendo una enorme mayoría de la población va a permanecer
anónima, pasiva, mirándose el ombligo, como si fuese un ónfalos sagrado.
Ojalá hubiesen acertado los antiguos mayas con sus predicciones, porque
habiendo desaparecido de golpe tanto miserable y tanta miseria, un
hálito de vida diera origen a otro mundo por construir con la justicia y
la igualdad como norma.
L. de Guereñu Polán.
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