El caso de Lady Goga
Es
presidenta del grupo MunaiGaz-Engineering, de Kazajistán, que fabrica
materiales para los gasoductos, construye túneles, turbinas de gas y
realiza otras actividades. Kazajstán, que no es precisamente un ejemplo
de democracia, ha permitido hacer fortuna a unos cuantos mafiosos como
la señora Goga. Potencia pretrolífera, vive de sus exportaciones, que
representan el 60% de las del país.
La MMG Global Consulting
Group es una consultoría especializa en establecer alianzas
internacionales, de la que es directora la señora Goga. Hace poco ha
adquirido Vionnet, empresa de alta costura francesa. ¿Y como ha llegado
la señora Goga, con poco más de treinta años, a amasar tanta fortuna?
Hija de un ingeniero que trabajó durante la etapa soviética, pudo
estudiar en Oxford y relacionarse con lo más granado de las finanzas, la
industria y la oligarquía europea. Caído el régimen comunista de la
URSS se apresuró a relacionarse con la mafia rusa (residió durante una
época en Moscú para ello) y hacer dinero ilícitamente, pero eso poco
importó a los señores Yeltsin y Putin, que estaban a otra cosa.
Las grandes fortunas que hoy existen en Rusia y las demás repúblicas
que hoy son independientes entre Europa y Asia se han hecho así:
rapidamente, sin miramientos, empobreciendo a los pueblos, explotando a
costa del medio ambiente las riquezas naturales (esto ya se hacía en
época de la Unión Soviética), lavando dinero negro, explotando a
trabajadores que, generalmente, son trasvasados de una república a otra
según los intereses de las empresas multinacionales allí instaladas,
apoyando a regímenes aparentemente democráticos pero que no lo son: el
presidente de Kazajstán tiene poder de veto sobre las leyes que aprueba
el Parlamento, por lo que este tiene una función meramente deliberativa.
Parece que a la señora Goga le han robado joyas valoradas en
3,5 millones de euros y 25.000 euros en efectivo (tener ese dinero en
efectivo ya indica su procedencia): me alegro. Quien roba a un ladrón
tiene mil años de perdón, dice un viejo refrán y creo que es uno de los
más justos que conozco. Pero aparte este episodio, la señora Goga es un
ejemplo de ese empresariado que, sin trabajar (no le ha dado tiempo) ha
hecho grandes fortunas aprovechando las oportunidades que el capitalismo
da a las mafias.
L. de Guereñu Polán.
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