martes, 5 de marzo de 2013

Por eso no debía ser Secretaria del Partido Socialista

Doña Carme, dudando
La indisciplina de los socialistas catalanes en el Congreso de los Diputados, votando en contra de los socialistas del resto de España, ha dejado en evidencia la desviación sufrida por el PSC y por sus dirigentes, que antes que la solidaridad han preferido el particularismo. Como una guinda se ha desmarcado la que fuera ministra de Defensa de España, Doña Carme Chacon, no votando lo que debía haber votado, es decir, lo decidido en el seno del Grupo Parlamentario socialista. No de otra forma se entiende el funcionamiento de un partido. Si cada uno se excluye de las votaciones o participa en ellas cuando le interesa, entonces no tenemos un partido, sino un club más o menos estúpido. 

Cuando Doña Carme Chacón fue candidata para dirigir al Partido Socialista, lo primero que me pregunté es si en ella primaba su condición de catalana o de socialista; de otra forma, si primaba su condición de miembro del PSC o del PSOE. Parece que lo primero o que no lo tiene claro, por eso creo que fue un acierto que los delegados votasen a quien no ofrecía dudas al respecto: el señor Rubalcaba. 

La señora Chacón ha sido una creación de la prensa, pues fueron los periódicos los primeros que la postularon como candidata a dirigir el Partido Socialista y no ella. Cuando lo desmintió no tenía que haberlo hecho, pues nunca lo había anunciado. Es como si yo rechazo un rico pastel antes de que me lo hayan ofrecido. Luego cambió de opinión, lo que es legítimo, y se presentó candidata. Creo que no tiene ni tenía la experiencia para dirigir a un partido tan arraigado como el PSOE; el señor Rubalcaba sí, como lo viene demostrando contra viento y marea. No ha tenido ninguna responsabilidad en la crisis económica que nos atenaza, ha cumplido con su obligación en la lucha contra el terrorismo, ha dirigido una política de orden público garantía de las libertades democráticas (no como ahora) y se lleva las culpas de toda una serie de incompetentes que decían saber y negaban la evidencia. 

La señora Chacón debiera, en mi opinión, definirse: ¿es catalanista o socialista? ¿es las dos cosas a la vez? En este caso, ¿que prevalece en ella? Ha sido la máxima autoridad efectiva del ejército de España. ¿Lo fue por vanidad, por ambición, por convicción? Creo que fue una buena ministra de Defensa, que no cayó en la trampa de populismos contra la ayuda española a los afganos ni en bobadas sobre su preñez y condición de mujer... Fue discreta. Creo que debiera mantenerse fiel al partido que la hizo ministra, que confió en ella, que la tuvo en la más alta honra de la representación política. Pero lo que no debe ser es Secretaria del Partido Socialista porque no sabe a que carta atenerse: no vota. Amaga. Defínase y luego hablamos; si es que realmente vale la pena. 

L. de Guereñu Polán.


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