martes, 5 de marzo de 2013

El apéndice de CiU

Animal maltradado en Cataluña
Esto es el Partido de los Socialistas de Cataluña hoy, después de haber sido durante muchos años alternativa de gobierno e ingluso gobierno en aquél país. Los nacionalistas catalanes consiguieron primero, con cantos de sirena sobre no se sabe qué "derecho a decidir", encandilar a un número determinado de miembros del PSC, y ahora todo este partido no es sino un apéndice de CiU, la coalición burguesa, nacionalista y hegemónica en Cataluña. 

Esto es lo que suele pasar cuando se abandonan los principios que han dado lugar y dan sentido al socialismo: los temas que preocupan a la gente, el paro, la seguridad social, la sanidad, la educación pública, las infraestructuras, la ayuda a los dependientes, la preservación del medio ambiente, salarios dignos, trabajo para todos... En definitiva, perseguir una sociedad distinta de la actual, marcada por las desigualdades crecientes y sobre las que los socialistas, de Cataluña y de otros muchos sitios, han estado ausente

Primero fue un nuevo Estatuto de autonomía que contó con menos apoyos que el anterior, con lo que se retrocedió en consenso. Además no era una demanda, como quedó demostrado, de la sociedad, más preocupada por los problemas económicos y sociales que por "pajas mentales" de los dirigentes socialistas, con D. Pascual Maragall a la cabeza. No le va a la zaga Don Pere Navarro, que se ha debido de creer un Prat de la Riba redivivo cuando lo que este hombre representó no tiene ya sentido en el mundo actual. Creo que Don Pere tendrá poco recorrido político. El Partido de los Socialistas de Cataluña es todavía la segunda fuerza electoral en dicho país, pero la tercera parlamenaria, ha sido desplazada a gran distancia de la hegemónica CiU y no parece que las propuestas que hace a la sociedad le llamen la atención a esta.

Tengo para mí que sociológicamente sus dirigentes forman uno de esos grupos de pequeños burgueses, bien acomodados y bien pagados que gustan de reinventar Cataluña cada día sin darse cuenta de que ese país se reinventa a sí mismo: por su pertenencia, dentro de España, a la Unión Europea, por su enorme flujo de inmigrantes, antes del resto de España, ahora de los países europeos de Este, del norte de África y de América latina. Este crisol es variopinto y mestizo; tiene poco que ver con las esencias nacionalistas que CiU y el partido armadanzas por excelencia (Esquerra) han inventado. El PSC ha caído en la trampa -en realidad sus dirigentes se encuentra cómodos en ella- y ahora son el apéndice de un partido que -teóricamente- defiende intereses contrarios a los del socialismo, de ahora y de siempre.

Bien haría el Partido Socialista Obrero Español en reponer su federación catalana al margen del PSC, por ver si, una vez esto, y demostrada la fuerza electoral de cada uno, se vuelve al buen camino. 

L. de Guereñu Polán.

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