martes, 25 de junio de 2013

Cazar a Snowden

El término "cazar" es de un periódico pero acierta plenamente cuando trata de describir la política de Estados Unidos en busca de este ciudadano que ha hecho un favor al mundo revelando una gigantesca ilegalidad, la de espiar masivamente contra toda norma del derecho internacional. Para filtrar a través de Internet los crímenes cometidos por Estados Unidos ha tenido que violar las leyes de su país, por eso es buscado, pero lo cierto es que -como queda dicho- el primero que vulneró la ley es el propio Estado.

El señor Obama cazó, literalmente, al terrorista bin Laden, lo acribilló a tiros sin más, violando la soberanía de otro país (Pakistán) y asesinando sin juicio de ningún tipo al saudí. Luego ordenó arrojarlo al mar. Mal ejemplo para el mundo: mientras que el comando asesino realizaba su crimen las autoridades norteamericanas, con el señor Obama a la cabeza, veían por circuito cerrado de televisión la caza. Más le valiera al presidente Obama cumplir con lo que prometió sobre Guantánamo: allí siguen personas, no sabemos si culpables o inocentes, sometidas a un régimen carcelario que vulnera toda norma en derecho.

También Estados Unidos quiere capturar a Julian Assange, editor de WikiLeaks: es querer ponerle puertas al campo. No sé si el señor Assange es culpable de un delito sexual del que tendría que responder en Suecia, pero no es culpable de ningún delito en Estados Unidos; a no ser que las autoridades norteamericanas no quieran separarse un ápice de las prácticas del expresidente Bush. El presidente Obama no puede ir por el mundo amenazando como un vaquero a la mitad de los países (los de América Latina entre otros, como rememorando la política del "big stick"). El señor Obama tiene que atenerse a las normas del derecho internacional, como lo tienen que hacer las autoridades rusas (que no lo hacen, por ejemplo, en el caso de Siria) o las autoridades chinas (que vulneran los derechos humanos a diario). 

La comunidad internacional ¿quien es? Ya solo queda esperar que la comunidad internacional sea la sociedad civil, que cobre conciencia de que los Estados no pueden campar por sus respetos solo porque un funcionario ha querido cumplir con su conciencia, porque se ha descubierto un delito que Estados Unidos -en este caso- quería mantener en secreto. Otro tanto ocurre con el Reino Unido, que a los efectos que aquí trato tiene una política gemela con la de la potencia atlántica. 

Si el señor Snowden fuese cazado ¿que trato se le daría? ¿se le acribillaría como a Osama bin Laden? ¿Tendría garantías jurídicas? El señor Assange dice no tenerlas en Estados Unidos y yo le creo (otra cosa es el caso pendiente en Suecia). Las grandes potencias, para serlo de verdad, deben respetar la ley y el derecho, no saltárselo cuando quieren para luego exigir que lo cumplan los demás. Haría bien la Unión Europea en tener una política definida sobre este tema, pero una Unión Europea en manos de la señora Merkel y de unos cuantos banqueros no son la mejor garantía para el cumplimiento de la ley, ni para el respeto a los derechos humanos... al menos fuera de Alemania. 

L. de Guereñu Polán. 

No hay comentarios: