jueves, 15 de agosto de 2013

Los ladrones

No me refiero aquí a los raterillos de poca monta, sino a los que ocupan elegantes despachos, se relacionan con la hez de la economía y gobiernan el país por medio de la corrupción. La señora Cospedal, por ejemplo, ha percibido por todos los conceptos la cantidad de 963.330 euros en solo seis años, y buena parte de ese dinero no ha cotizado a la Hacienda pública por la sencilla razón de que lo ha cobrado ilícitamente (también ilegalmente). No se sabe cuando se dedica a gobernar la Comunidad que tiene encomendada, Castilla-La Mancha, pero sí comparece con frecuencia en ruedas de prensa para decir vaciedades y mentir.

El señor Arenas ha percibido en 22 años, por todos los conceptos, 2.846.968 de euros, lo que equivale a 10.783 euros mensuales de media (téngase en cuenta que en la década de los noventa pasados estos valores eran, en términos reales, muy superiores a la actualidad). Y el señor Cascos, en quince años, ha ganado por todos los conceptos, 2.049.584 euros, lo que equivale a 11.386 euros al mes, también buena parte de ello en negro. Es una concepción de la política como negocio, pero sin aportar nada: un empresario arriesga su capital; luego se resarce explotando a sus empledados y suele defraudar a la Hacienda pública por medio de amistades y otras triquiñuelas llevadas a cabo por leguleyos, pero los citados, como unos cientos más, no aportan nada al país. 

Me he fijado en tres ejemplos cuyos emolumentos han sido publicados sin que haya habido desmentido alguno, y se puede ver que estos señores y señora cobraban por todo, incluso por respirar. A sus salarios institucionales unían otros dineros en sobresueldos, dádivas de empresarios que esperaban conseguir favores económicos y administrativos y así sucesivamente. Está demostrado por la Justicia, por las informaciones de los medios de comunicación y la opinión pública tiene el convencimiento moral del ejercicio ladronil de estos personajes, que no son sino tres muestras de una caterva mucho más amplia.

Estas prácticas y negocios sucios solo son posibles en organizaciones mafiosas, creadas con el fin premeditado de delinquir. El partido creado por el señor Fraga en la década de los años setententa pasados es el origen de esto que ahora sufrimos. Fue siempre un partido bien relacionado con contrabandistas y criminales, con ladrones y empresarios corruptos, con corruptores y corruptibles, con gente venal y poco mirada para guardar siquiera las formas. 

Nos gobiernan los ladrones, pero quizá con el tiempo nos libremos de ellos y podamos emprender una andadura verdaderamente digna.

L. de Guereñu Polán.

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