"Derecho a decidir"
Los
catalanes, como el resto de los españoles, tenemos reconocido el
derecho a decidir desde 1978. Por eso lo hemos hecho dando nuestro sí
mayoritario a la Constitución de dicho año, incluidos, claro está, los
catalanes. Por eso hemos decidido dar nuestro voto afirmativo a los
estatutos de autonomía: en el caso de Cataluña dos veces, la última hace
muy poco tiempo. Los españoles, y los catalanes entre ellos, decidimos
quien nos debe gobernar cada cuatro años o menos. En el cato de Cataluña
cada menos en los últimos años, pues el actual President ha decidido no
agotar la última legislatura y parece que está dispuesto a no agotar la
presente.
Cuando el President adelantó las elecciones en la
anterior legislatura perdió votos y escaños. Cabe suponer que si las
adelanta de nuevo vuelta a ocurrir lo mismo, sobre todo en favor de ERC,
partido muy respetable que se ha caracterizado por enmarañar las cosas
allí donde ha estado. Primero con los socialistas e ICV y luego con CiU.
Ahora andan los partidos catalanes, excepto el Popular y
Ciutadans, buscando la manera de saber lo que quieren los catalanes en
materia de no se sabe que. Pero lo cierto es que los catalanes han dicho
mil y una veces lo que quieren, tanto cuando aprobaron la Constitución
como cuando aprobaron sus estatutos de autonomía y cuando han elegido a
sus gobiernos para una legislatura y otra.
Los catalanes -y el
resto de los españoles- han ejercido su derecho a decidir cuando
votaron en diciembre de 1976 la reforma política, cuando votaron en
marzo de 1986 la permanencia de España en la OTAN, cuando votaron en
febrero de 2005 el referéndum sobre la Constitución Europea (que luego
no ha valido para nada, pues España se anticipó a otros países en la
consulta), cuando se aprobó el primer Estatuto de Autonomía para
Cataluña votó afirmativamente el 88,15 por ciento de los que acudieron a
las urnas; cuando se aprobó el segundo Estatuto de Autonomía para
Cataluña, el actualmente en vigor, votaron afirmativamente el 73,24 por
ciento (menos que en el anterior) y solo participó el 48,85% de los que
tenían derecho a hacerlo, es decir, ni siquiera la mitad.
Los
catalanes, como el resto de los españoles, ejercen su derecho a decidir
cada vez que se manifiestan, cada vez que hacen huelga, cada vez que
eligen a sus coporaciones municipales, cada vez que expresan en el foro
público sus opiniones... ¿No es esto derecho a decidir? Pues dígaseme
que es si no. El derecho a decidir ya está garantizado, no ofrece
discusión alguna; se ha ejercido en múltiples ocasiones y se seguirá
ejerciendo.
Si CiU quiere que los catalanes se pronuncien
sobre una supuesta independencia de Cataluña respecto del resto de
España (de lo que nunca ha hablado), plantéelo así a los electores en la
próxima campaña electoral y lea luego el resultado de las votaciones.
Lo que no puede CiU -sí puede pero no cuela- es presentarse a las
elecciones sin decir ni pío y a media legislatura venir con cuentos
macabeos.
Un Gobierno sensato -cosa que no tienen ahora ni
España ni Cataluña- sabría sacar las conclusiones políticas de que las
elecciones en Cataluña las ganasen los partidos que se hubiesen
presentado a las elecciones con un claro proyecto independentista; se
entraría entonces en un proceso de negociación que no tendría por que
excluir ni siquiera la reforma de la Constitución. Pero haciendo bien
las cosas, sin engaños ni artimañas... y ateniéndose a todas las
consecuencias. Supongo y deseo que en un escenario -que no creo se dé-
en el que Cataluña fuese un estado distinto de España, las relaciones
entre ambos serían estrechísimas, tanto como lo fueron las relaciones
entre las Coronas de Aragón y de Castilla antaño.
No creo que
estemos para volver a las antiguas Coronas de Castilla y de Aragón, sino
para solucionar los problemas de la gente, que son muchos, acuciantes,
lacerantes en muchos casos, sobre todo en Cataluña y en el resto de
España.
L. de Guereñu Polán.
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