viernes, 27 de septiembre de 2013

"Derecho a decidir"

Los catalanes, como el resto de los españoles, tenemos reconocido el derecho a decidir desde 1978. Por eso lo hemos hecho dando nuestro sí mayoritario a la Constitución de dicho año, incluidos, claro está, los catalanes. Por eso hemos decidido dar nuestro voto afirmativo a los estatutos de autonomía: en el caso de Cataluña dos veces, la última hace muy poco tiempo. Los españoles, y los catalanes entre ellos, decidimos quien nos debe gobernar cada cuatro años o menos. En el cato de Cataluña cada menos en los últimos años, pues el actual President ha decidido no agotar la última legislatura y parece que está dispuesto a no agotar la presente.

Cuando el President adelantó las elecciones en la anterior legislatura perdió votos y escaños. Cabe suponer que si las adelanta de nuevo vuelta a ocurrir lo mismo, sobre todo en favor de ERC, partido muy respetable que se ha caracterizado por enmarañar las cosas allí donde ha estado. Primero con los socialistas e ICV y luego con CiU.

Ahora andan los partidos catalanes, excepto el Popular y Ciutadans, buscando la manera de saber lo que quieren los catalanes en materia de no se sabe que. Pero lo cierto es que los catalanes han dicho mil y una veces lo que quieren, tanto cuando aprobaron la Constitución como cuando aprobaron sus estatutos de autonomía y cuando han elegido a sus gobiernos para una legislatura y otra.

Los catalanes -y el resto de los españoles- han ejercido su derecho a decidir cuando votaron en diciembre de 1976 la reforma política, cuando votaron en marzo de 1986 la permanencia de España en la OTAN, cuando votaron en febrero de 2005 el referéndum sobre la Constitución Europea (que luego no ha valido para nada, pues España se anticipó a otros países en la consulta), cuando se aprobó el primer Estatuto de Autonomía para Cataluña votó afirmativamente el 88,15 por ciento de los que acudieron a las urnas; cuando se aprobó el segundo Estatuto de Autonomía para Cataluña, el actualmente en vigor, votaron afirmativamente el 73,24 por ciento (menos que en el anterior) y solo participó el 48,85% de los que tenían derecho a hacerlo, es decir, ni siquiera la mitad.

Los catalanes, como el resto de los españoles, ejercen su derecho a decidir cada vez que se manifiestan, cada vez que hacen huelga, cada vez que eligen a sus coporaciones municipales, cada vez que expresan en el foro público sus opiniones... ¿No es esto derecho a decidir? Pues dígaseme que es si no. El derecho a decidir ya está garantizado, no ofrece discusión alguna; se ha ejercido en múltiples ocasiones y se seguirá ejerciendo.

Si CiU quiere que los catalanes se pronuncien sobre una supuesta independencia de Cataluña respecto del resto de España (de lo que nunca ha hablado), plantéelo así a los electores en la próxima campaña electoral y lea luego el resultado de las votaciones. Lo que no puede CiU -sí puede pero no cuela- es presentarse a las elecciones sin decir ni pío y a media legislatura venir con cuentos macabeos.

Un Gobierno sensato -cosa que no tienen ahora ni España ni Cataluña- sabría sacar las conclusiones políticas de que las elecciones en Cataluña las ganasen los partidos que se hubiesen presentado a las elecciones con un claro proyecto independentista; se entraría entonces en un proceso de negociación que no tendría por que excluir ni siquiera la reforma de la Constitución. Pero haciendo bien las cosas, sin engaños ni artimañas... y ateniéndose a todas las consecuencias. Supongo y deseo que en un escenario -que no creo se dé- en el que Cataluña fuese un estado distinto de España, las relaciones entre ambos serían estrechísimas, tanto como lo fueron las relaciones entre las Coronas de Aragón y de Castilla antaño.

No creo que estemos para volver a las antiguas Coronas de Castilla y de Aragón, sino para solucionar los problemas de la gente, que son muchos, acuciantes, lacerantes en muchos casos, sobre todo en Cataluña y en el resto de España.
L. de Guereñu Polán.

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