La minería es tan antigua como la civilización humana. Incluso sin saberlo estamos rodeados de innumerables productos mineros : en la pasta dentífrica,
las medicinas , muchos alimentos y los
colores de nuestra ropa, además de , como es evidente , en casi
todos los productos y procesos de nuestra sociedad de consumo. Sin minerales simplemente
no habría civilización y cualquier
discusión sobre si la posibilidad de prescindir de ellos es tan
absurda como inútil. Si no los
explotamos en nuestros territorios, donde el proceso está sometido a todo tipo
de normas y vigilancias, tendremos que
seguir robándoselos a los países poco desarrollados.
Hay dos modelos de propiedad
de los recursos minerales de un país: o pertenecen al conjunto de la
sociedad (al Estado) o son propiedad
privada de personas (físicas o jurídicas). En España
desde hace siglos el modelo seguido ha
sido el primero y solamente mediante un sistema de concesiones, regidas por
normas jurídicas precisas puede cederse
su investigación y explotación a las
personas privadas. Sin un conocimiento profundo del entramado jurídico
desarrollado como fruto de la larga historia de este sector económico en nuestro país no es
razonable pretender cambiar sobre las normas aplicables a la explotación de estos recursos que, por otra parte, son no renovables, pero cada vez más
reciclables.
Como todas las actividades humanas la actividad minera puede
hacerse de manera racional, siguiendo los conocimientos disponibles en cada momento, o
de forma improvisada y falta de cualquier criterio técnico, legal, ético o
social. Las repercusiones de hacerlo de una u otra manera no son diferentes a las de hacer lo mismo con otras actividades básicas para la sociedad
como la agricultura o la construcción
de grandes infraestructuras.
Si se hacen aprovechamientos racionales y siguiendo normas adaptadas a los mejores conocimientos
disponibles en cada momento, los resultados serán asumibles
por la sociedad. En caso contrario solamente se llegará a situaciones imposibles de manejar y a la
decadencia social.
Dr .Alfonso S. Gracia Plaza
Geólogo
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