LAS ELECCIONES ALEMANAS, UN TEST PARA LA SOCIALDEMOCRACIA

Aunque el despliegue propagandístico sobre la “gran victoria de Merkel” en las pasadas elecciones alemanas, fue fortísimo desde el primer momento, lo cierto es que el reparto final del número de escaños le otorga a las fuerzas progresistas y de izquierda la posibilidad de gobernar, cosa que antes no sucedía. El resultado fue el siguiente:

                                                                                                    2013        2009       Diferencia

CDU / CSU de Merkel …................................                              311         239            + 72

SPD, Socialdemócratas ….................................                               192         146            + 46

LA IZQUIERDA, Comunistas y ex SPD …....                                  64           76             - 12

LOS VERDES, ecologistas ….........................                                 63           68             -   5

FDP, liberales …..............................................                               ---            93             - 93

TOTALES …...................................................                               630         630

Para mayoría absoluta se necesitan pues 316 escaños, cinco mas de los conseguidos por Merkel, que durante el período 2009/2013 gobernó en coalición con los liberales del FDP sumando así una amplia mayoria de 332 escaños. Ahora, los liberales, al no haber conseguido el 5% de los votos desaparecen, con lo que la derecha alemana pierde la mayoría con la que contaba. Siendo así, podemos hablar de ¿Gran victoria de Merkel? Sube 72 escaños si, pero a costa de fagocitar a sus socios del FDP, de modo que el balance en conjunto es negativo.

Se ha presentado a los socialdemócratas del SPD como los grandes perdedores aún subiendo 46 escaños. Sin embargo lo cierto es que a diferencia de la situación anterior, ahora la suma de SPD, LA IZQUIERDA Y LOS VERDES, alcanza la cifra de los 319 escaños, es decir mayoría para gobernar. Sin embargo el SPD ya ha anunciado que renuncia a cualquier posibilidad de coalición con “LA IZQUIERDA”, de manera que esta opción queda descartada por decisión de los socialdemócratas. Un hecho que sin duda invita a la reflexión.

Gobernará pues la CDU de la señora Merkel, bien en coalición o gobernando en minoria con apoyos y acuerdos puntuales. Su opción es la primera de manera que hemos de ver las coaliciones posibles que son dos: 1) O con el SPD, con el que sumaría 503 escaños, y una aplastante mayoría del 79,84% de los diputados, o 2) Con los VERDES, con los que sumaría 374 escaños, el 59,36% de los diputados electos.

Considero muy arriesgada y no deseable la colación CDU / SPD, porque no me parece imprescindible para la gobernabilidad de Alemania, y lejos de asegurar cambios de importancia en la actual politica alemana la confirmaría, y a corto y medio plazo puede suponer un serio retroceso para los socialdemócratas tanto en Alemania como en el resto de Europa. Se extiende la idea de que Socialdemócratas Europeos y Partido Popular Europeo, son las dos caras de una misma moneda, que no cuestiona la política económica de fondo diseñada para Europa por los grandes poderes económicos y financieros. Para el PSOE en concreto, el pacto de Merkel con los socialdemócratas alemanes podría acabar teniendo consecuencias electorales muy desfavorables.

Si la decisión de los socialdemócratas alemanes de renuncia expresa para formar coaliciones con LA IZQUIERDA de Lafontaine (Ex Presidente del SPD y Ministro de Economía y Finanzas en el gobierno de Gerhard Schröder, del que dimitiría en desacuerdo con su Gobierno y con la orientación general del SPD), se extiende a los demás paises de la Unión Europea, supondría para el PSOE en España no solo renunciar a mucho poder en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, sino imposibilitarle para llegar al poder en nuestro país durante muchas décadas, e incluso dificultar gravemente el cambio político a corto y a medio plazo. Podría suponer también el abandono definitivo del apoyo al PSOE por parte de las clases trabajadoras y la consiguiente sustitución por otra fuerza política como referente de la izquierda en España.

Tiene relación todo lo expuesto con el objetivo declarado por los grandes poderes económicos y sus instituciones de superar el “Estado de Bienestar” por considerarlo una rémora para que la Unión Europea sea competitiva en el mercado global. Parece claro que si los partidos socialdemócratas europeos dan por buenos o inevitables estos designios estarán cavando su propia fosa, y una izquierda nueva y moderna estáría llamada a ocupar su lugar como alternativa política representativa de los intereses de las clases trabajadoras y de un sector mayoritario de las clases medias europeas. Por ello, lo que se decida en Alemania en los próximos días tendrá consecuencias, y hasta ser decisivo, para el futuro de la izquierda y sus organizaciones en Europa en los próximos años.

Xesús Mosquera Sueiro

9 de octubre de 2013