viernes, 24 de enero de 2014

Don Mariano y el President se ayudan

Entre nacionalismos anda el juego. Mientras que el Presidente catalán trata de ganar adeptos con sus arrebatos independentistas (que no desea si no fuese por la influencia que ejerce su socio ERC) el Presidente del Gobierno estimula el nacionalismo español contra el catalán considerando que ello es del agrado del ciudadano medio de la mayor parte de España. Mientras tanto, el país sin arreglar. Y esto es lo que se puede echar en culpa a los nacionalismos más activos en los últimos años, el catalán y el español, que andan en sus querellas sin tener en cuenta los verdaderos problemas de los españoles y que son conocidos de todos. 

Los Decretos de Nueva Planta, que fueron aprobados durante el reinado de Felipe de Anjou a principios del siglo XVIII, no dejaron a Cataluña sin autonomía, muy al contrario, permitieron que los catalanes pudiesen ocupar puestos de responsabilidad en el Estado y Cataluña conservó su derecho civil, procesal y penal, además de establecer un catastro que permitió obtener recursos para mejorar las infraestructuras catalanas en fecha tan temprana. Obviamente, otros derechos de los catalanes no fueron respetados, pero ahora sí.

La "Renaixença" tuvo su pleno vigor durante el siglo XIX, a pesar del centralismo propio de la mentalidad liberal de la época, que huía de la compartimentación nobiliaria feudal. Por otra parte Cambó colaboró con el centralismo maurista y Esquerra Republicana de Cataluña colaboró con las autoridades de la II República que eran afines a su ideario, pero antes, durante la dictadura primorriverista, la burguesía catalana no tuvo inconveniente en apoyarla porque antes estaba el orden y luego las reivindicaciones nacionalistas. Que es lo mismo que ha ocurrido durante la transición política española y durante los gobiernos conservadores a partir de ella: el nacionalismo catalán ha estado con los señores Suárez y Aznar. 

Por lo tanto lo que ahora ocurre es una ruptura respecto de lo que el nacionalismo catalán ha hecho siempre, que fue colaborar y cogobernar con los partidos conservadores españoles para obener los mejores resultados económicos en Cataluña: de ahí que -aparte el carácter emprendedor de sus clases ricas- sea una de las comunidades con mejores infraestructuras, equipamiento industrial, desarrollo y nivel de vida. Todo ello colaborando con el nacionalismo español incluso en momentos en los que la democracia estuvo ausente de España. 

El President y Don Mariano son conscientes de que, barriendo cada uno para su nacionalismo, obtendrán quizá la mejor tajada electoral, pero una cosa es la política electoral y otra la política con mayúsculas, aquella que tiene como prioridad solucionar los problemas de las personas a corto plazo y establecer una estructura sólida para el futuro, para que la población se encuentre a resguardo de las crisis periódicas que afectan al sistema capitalista, el único en vigor hoy en día. 

L. de Guereñu Polán.

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