viernes, 22 de agosto de 2014

Municipios y ley electoral



El artículo 140º de la Constitución española establece que “los alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos…”. Hasta aquí, por lo tanto, nada hay de nuevo en estas dos posibilidades, lo que ocurre es que la truculencia y la tendencia a la trampa del Presidente del Gobierno, normalmente rodeado de delincuentes, le lleva a echar cuentas y ver cual es el reglamento que más le interesa para ganar el partido.

El que una candidatura que no ha obtenido la mayoría absoluta de escaños pueda gobernar un municipio es perfectamente democrático si es la más votada, pero para que dicho municipio no sufra las consecuencias de aquella condición minoritaria, dicha candidatura habrá de tener la capacidad de pactar con la oposición, o parte de ella, y llevar adelante una política de estabilidad, particularmente en la aprobación de los presupuestos anuales. Si no es así la minoría gobernante puede verse imposibilitada de sacar adelante ni una sola de las medidas que considere oportunas.

¿Está pensando don Mariano en anular la posibilidad de la moción de censura por parte de la oposición en la nueva ley electoral municipal? Esto sí que sería grave y antidemocrático, posiblemente anticonstitucional, y en todo caso paralizador de la política local. ¿Está pensando don Mariano en que las mociones de censura no puedan presentarse sino transcurridos dos años –por ejemplo- o una sola vez en cada mandato? Otra tentación muy perniciosa que permitiría a los alcaldes en minoría aferrarse al sillón sin poder hacer nada por sus vecinos.

Sabemos que también está pensando el Presidente del Gobierno en una ley electoral que permita ocupar la mayoría de escaños a la candidatura que, al menos, alcance el 40% de los votos emitidos. Sería una vuelta atrás. Esto ya estuvo en vigor durante la II República española y más tarde se ha criticado con denuedo, sobre todo por la derecha española… hasta que a ella le interesa.

¿Podría la oposición –mayoritaria- hacer aprobar unos presupuestos y otra serie de medidas, contra la candidatura del alcalde, minoritaria? La elección directa de alcaldes solo es posible si se piensa en una madurez democrática por parte de los dirigentes locales, capaces de pactar. Pero, si no es con xenófobos, fundamentalistas, neofranquistas o por el estilo ¿con quien podrá pactar el Partido Popular? La moción de censura debe quedar garantizada en la nueva ley –próxima o menos próxima- y que, ante la falta de acuerdo entre quien ha obtenido la alcaldía de forma directa y la oposición, quepa la posibilidad de otra mayoría que dé estabilidad a los Ayuntamientos. No estamos para bromas, aunque don Mariano solo piense en términos electorales y no en la muy notable política que corresponde a los municipios.

L. de Guereñu Polán.

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