martes, 7 de octubre de 2014

Socialistas de Galicia y Cataluña: mal

Quisiera poder decir lo contrario convencidamente, pero creo estar en lo cierto a la vista de los acontecimientos. En el caso de Galicia proliferan los problemas internos en, por lo menos, dos provincias: Ourense y A Coruña. Mezquindades y pequeñeces, protagonizadas por personas hechas y derechas, empañan la labor de muchos años de esfuerzo por parte de otros que ahora ya no están, están pero no ven las cosas con optimismo e incluso los que, más jóvenes, están todavía en la lucha y el trabajo desinteresado.

En mi opinión hace tiempo que el Partido de los Socialistas de Galicia carece de un liderazgo capaz de conjugar tantos proyectos como son necesarios para Galicia, para los sectores sociales más necesitados y para dar soluciones válidas a problemas endémicos. 

En el caso de Cataluña ¿como es posible que la minoría socialista vote una ley manifiestamente ilegal y para la que el Parlamento catalán no está autorizado? Es la confusión máxima. El Secretario de los socialistas catalanes, visto el fracaso de su predecesor, habrá querido dar contento a la minoría nacionalista (?¿) que hay en el PSC. ¿Que sentido de la solidaridad es este que permite a los socialistas de Cataluña votar lo contario de lo que el PSOE ha establecido por los cauces democráticos y de participación más nítidos. 

Las encuestas dan resutados desalentadores para los socialistas de Cataluña, que es lo mismo que decir para todos los que nos reclamamos como tales. Creo que si no se vuelve a poner el acento en las políticas sociales, en contacto con los sindicatos, con las asociaciones progresistas, con los vecinos de los barrios marginados, con todos los que tienen una visión de la política y de la vida progresistas; si no se vuelve la mirada a tantos proyectos ahora abandonados para entrar en la vorágine de una dialéctica falsa (nacionalismo/no nacionalismo) el fracaso estará asegurado.

Para defender posiciones conservadoras y nacionalistas (de uno y otro signo) ya están CiU y el PP, cada uno en su campo. Para enmarañar toda la política, sean cuales sean sus socios, ya está ERC. Al Partido Socialista, de cualquier latitud, le corresponde hacer muy otra cosa: estar en los graves problemas sociales que afectan a parados, inmigrantes, ancianos, juventud, asalariados, minorías a las que nadie atiende. 

Volviendo a Galicia: ¿donde está la labor militante agrupción por agrupación, pueblo a pueblo, barrio a barrio? No se ven noticias de estas actividades, probablemente poque no existen. Se leen noticias sobre esta o aquella disputa de un exministro con el Secretario, de este alcalde con cierta militancia... Hay un caso particular, en Vigo, que clama al cielo: un alcalde que, teniendo la máxima influencia también en la agrupación socialista, permite y alienta que las asambleas internas sean manipuladas, se celebren con estruendo y hasta con escándado, dando pábulo a las fórmulas más antidemocráticas y denunciables. Lástima.

L. de Guereñu Polán.

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