Cuando se conmemora una efeméride como el 8 de
marzo, que desgraciadamente sigue teniendo plena vigencia su carácter reivindicativo,
es obligado rendir homenaje a una mujer alemana, socialista y defensora de los
derechos de las mujeres, Clara Zetkin.
Clara Zetkin, nacida en
Königshain-Wiederau, el 5 de julio de 1857, cursa estudios de Derecho, y se forma para ejercer el profesorado. Desde
edad muy temprana entra en contacto con el
movimiento obrero y feminista en lo que sería el germen del SPD, la
socialdemocracia alemana. Desde 1890 se convertirá en la gran impulsora de las políticas feministas
dentro del Partido. En 1907 fue colabora en la fundación del Congreso
Internacional Socialista de Mujeres. Posteriormente en 1910, en el contexto de la
Conferencia de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, propuso que el 8 de marzo, fuese el Día Internacional de
la Mujer. A esta conferencia asistieron más de 100 mujeres de 17 países
pertenecientes a sindicatos, partidos socialistas, asociaciones de trabajadoras
y las tres primeras mujeres elegidas para el Parlamento de Finlandia. Su
resolución fue aprobada, y se hizo realidad cuando el 9 de marzo de 1911, se celebró por primera
vez en Austria, Dinamarca, Suiza y Alemania, el “International Women's Day”.
Fue amiga personal y correligionaria
de Rosa Luxemburgo, una tenaz
revolucionaria de origen polaco, que en plena juventud se vio obligada a
refugiarse en Suiza y que posteriormente se unirá como Clara, al SPD, del que
formará parte hasta la escisión de los “espartaquistas” en 1918, que daría
lugar al KPD (Partido Comunista Alemán). Morirá asesinada tras ser encarcelada
y torturada por los militares en 1919 durante la revolución de Berlín.
Clara Zetkin, que mantenía una buena
relación con Lenin, fue elegida para la presidencia de la Tercera Internacional
en 1921, lo que la obligó a pasar cada vez más tiempo en Moscú, especialmente a
raíz del auge del nacionalsocialismo. Tras la muerte de Lenin en 1924, perdió
parte de su influencia. Con 76 años
fallece en Moscú en junio de 1933. Esta
infatigable luchadora feminista y marxista, en su vocación en defensa de la igualdad
de género y de los derechos de la mujer sigue la estela Mary Wollstonecraft, de
la que cabría decir es precursora del
feminismo a finales del siglo XVIII con su obra “Vindicación de los derechos de
la mujer”. Esta filósofa inglesa sostenía ya en tan temprana fecha, en el
ambiente hostil de su época, que las
mujeres no son inferiores a los hombres por naturaleza, sino que han recibido
históricamente una menor educación.
Con ellas, la parisina Flora Tristán,
nacida en 1803, importante pensadora francesa
del siglo XIX formaría parte de las
precursoras del feminismo moderno. Escribió
“La emancipación de la mujer” (1845), texto donde ataca la idea prevaleciente
de la época de que la mujer estaba destinada al matrimonio y los hijos.
Defendió sobre todo a las mujeres proletarias. En 1840 publica “Unión obrera”,
en donde clama por la necesidad de los trabajadores de organizarse y aboga por
su "unidad universal". Karl Marx, refiriéndose a ella, dijo que era
"una precursora de altos ideales nobles". Fallece en Burdeos en 1844.
De seguro estas mujeres desde su trayectoria de militancia
feminista coincidirían con lo
actualmente nos señala Coral
Herrera de forma extremadamente didáctica en “El feminismo en la educación y la
cultura”: “El feminismo no quiere imponer un matriarcado basado en la violencia
contra el hombre, como ha sido el patriarcado hasta ahora. No desea dejarlos
sin voto, ni violarlos en las guerras, ni mutilar sus genitales en pro de una
tradición cultural, ni confinarlos en el ámbito doméstico, ni quiere matarlos
por adulterio. El feminismo no pretende que los hombres sean propiedad de sus
madres y luego de sus mujeres, ni desea que los hombres cobren salarios más
reducidos, ni tampoco querría desterrarlos de las cúpulas de poder mediático,
empresarial y político. No quiere traficar con cuerpos masculinos para el
disfrute de los femeninos, ni desea que los niños varones estén desnutridos o
abandonados en orfanatos, ni, por supuesto, promovería su marginación social o
económica. Tampoco vetaría que los niños varones pudiesen ir a la escuela, ni
les prohibirían el acceso a la Sanidad y la Universidad. Comprendan que eso es
una locura que no promueve el feminismo".
Solo procede
cerrar estas líneas dando voz a mujeres, que en esta fecha y en todas las
fechas del año deben ser escuchadas con la máxima atención. Porque su lucha, es
la lucha del género humano por su emancipación, su libertad e igualdad…aunque
algunos todavía no se hayan enterado, ni en los hogares, los pulpitos, los
despachos o las fábricas.
“La sociedad no puede en justicia prohibir el
ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano”.
Concepción Arenal
“La prolongada
esclavitud de las mujeres es la página más negra en la historia humana”. Elisabet Cady Stanton, líder
sufragista británica.
"Solamente cuando las mujeres comienzan a sentirse en su casa sobre
esta tierra, vemos aparecer una Rosa Luxemburg, una madame Curie. Demuestran
con brillantez que no es la inferioridad de las mujeres lo que determina su
insignificancia histórica: su insignificancia histórica las condena a la
inferioridad”. Simone
de Beauvoir, filósofa y escritora francesa.
“No es grato haber nacido mujeres y lo que queremos es vivir el placer
de serlo. La libertad de pensar, de decir, de hacer y de ser lo que nosotras
decidamos. Incluidas la libertad de equivocarnos”. Librería de Mujeres de Milán
“Si analizamos por qué las mujeres sufren agresiones, la multitud de
formas de violencia que las mujeres padecen, ya sean los crímenes en nombre del
honor o la mutilación genital, todos ellos se basan en la idea de que las
mujeres no deben controlar su sexualidad”. Charlotte Bunch
Antonio Campos Romay
1 comentario:
Tengo mis dudas de que la socialdemocracia alemana sea o no responsable en la muerte de Luxemburgo.
Publicar un comentario