lunes, 8 de junio de 2015

Religión y enseñanza

El vicio y privilegio de imponer la disciplina de Religión Católica en el sistema español de enseñanza, ha llevado a una creciente oposición a la misma, pero con no pocas contradicciones. Ya el socialista francés Jaurès, a finales de siglo XIX, pedía que el Estado no se desentendiese de la enseñanza de la Religión como fenómeno cultural e histórico, inherente a la naturaleza humana, y sin cuyo conocimiento no se puden entender muchos aspectos de la vida, de la sociedad y del arte. 

Desde los tiempos más remotos el ser humano ha sendido la necesidad de exlicarse que hacía en el mundo, cual era su destino tras la muerte, de quien era obra la miríada de estrellas que contemplaba sobre una roca cada noche... Empezó entonces a construir -comunitariamente- megalitos clavados en la tierra, dólmenes para indicar el lugar de enterramiento de sus muertos y otras construcciones no menos espectaculares. También descubrió el arte y le dio un caráctere mágico y religioso: en el interior recóndito de las cuevas, en el lugar que consideraba más sagrado. Luego se preocupó por el sol y otros astros, adoró a los fenómenos de la naturaleza: la lluvia, el trueno, las rocas de formas caprichosas... Puso señales en los cruces de caminos, elaboró estatuillas o "diosas madre" propiciadoras de la fertilidad, que era como decir de la seguridad en el futuro. 

Otra cosa es cuando el pensamiento religioso -que ha existido siempre- se institucionalizó, se monopolizó por Iglesias y castas sacerdotales y se impuso a comunidades ajenas a ellas. Pero esto ya no es religión en su sentido estricto, sino grupos de presión religiosos que han ido surgiendo en cada sociedad.

Si se dejase de estudiar Religión en el sistema educativo ¿como entender tantos aspectos de la iconografía y la iconología en el arte? ¿como entender el comportamiento humano tanto en la paz como en la guerra? ¿no ha habido mil conflictos que tienen las creencias religiosas como fondo aunque estén acompañadas de un interés material o de poder? ¿Como entender al ser humano en su etapa primigenia, su comportamiento mágico, su vida trascendente?

¿Acaso no es lógico que los seres humanos se pregunten por aquello que no es necesario para sobrevivir? ¿No ha de preocupar al ser humano lo que no puede explicarse por métodos racionales? Lógico es que todo ello forme un cuerpo de doctrina en un sistema de enseñanza que se precie; otra cosa es que quienes impartan las clases de Religión (no de esta o aquella, sino de Religión) tengan que ser profesores elegidos por obispos o rabinos, ulemas o santones. Los profesores de Religión, tal y como yo lo veo (igual que Jaurès) deben ser expertos en Teología, en Historia, en Filosofía, en Antropología, en Sociología... Y como no se puede ser experto en todo esto por eso debe haber un curriculum de la disciplina que permita explicarse tantas cosas de la naturaleza humana. 

Decir Religión Católica fuera de la escuela es acertado; pero excluir el estudio de la naturaleza religiosa del hombre (aunque haya muchos escépticos en esta materia) no tiene sentido, porque sería como renunciar a estudiar un aspecto esencial de la humanidad. Se puede estudiar Religión desde el escepticismo, desde la razón, porque no se trata de desentrañar misterios, sino de conocer lo que al ser humano le ha preocupado por los siglos de los siglos racional o irracionalmente. 

¿Como renunciar al estudio de la religión de los antiguos griegos, si su mitología y su arte están preñados de ella? ¿Como renunciar al estudio de la cosmovisión Egipcia? ¿Como ignorar lo que significó el mazdeísmo para culturas de una riqueza extraordinaria? ¿Como entender el mundo occidental sin saber nada de cristianismo y de catolicismo, lo que no quiere decir "creer" ni compatir? ¿Como entender al mundo islámico desde una perspectiva democrática si se ignora lo que esas gentes tienen en su conciencia como algo sagrado y que debemos respetar?

L. de Guereñu Polán.


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