ESPERANDO A GODOT….
La
catadura moral de una sociedad que permanece indiferente ante una madre que
deja atada una hija de pocos meses a una piedra, porque no tiene a quien
dejarla y está de sol a sol, cavando zanjas por tres dólares al día con su
esposo, solo convoca al horror...Y esto pasa en una potencia nuclear, la India.
Algo común en diversos grados en muchos otros países, asiáticos, africanos o
americanos...Forbes dedicará lo mejor de su papel couche a ensalzar las grandes
fortunas amasadas con la sangre, el sudor y la miseria de esas gentes, que mueren cada día un poco
más, sin que nadie derrame una lagrima por ellas.
Jean
Paul Sartre en “La náusea” nos habla de repugnancia, nausea, obscenidad…También
de la brutalidad de la existencia, de buenos burgueses que adrede ignoran la
realidad cotidiana y la relegan dando espaldas al progreso y al futuro ...Sin
saberlo con casi ochenta años de anticipación no sitúa ante la sensación de
asco y nausea que produce una Europa desteñida de su moral, de su ética, que
olvida su nobleza de dama republicana, imagen de valores y derechos, y se
muestra como vieja prostituta encanallada, en cuyo rostro se dibujan la
insolidaridad, la codicia y el miedo, mientras da la espalda o ignora, a los
que huyen del horror y la muerte.
Es
difícil no montar en cólera ante un gobierno que regatea a la justicia los
medios para procesar delincuentes de
cuello blanco y alma negra, gurtelianos
y demás especies de sabandijas del dinero del común, y torticeramente acorta los plazos
procedimentales, haciendo que la impunidad
quede más al alcance del criminal encorbatado. Y es mayor la repulsa si
cabe, cuando en estos días una inmensa mayoría de ciudadanas y ciudadanos
honrados, sujetos de una nómina, acosados y vigilados al milímetro por una
incorruptible Agencia Tributaria, que jamás admitiría, -como es bien sabido-,
facturas falsas para salvar de un delito a ninguna dama en apuros, (aunque menstrúe
sangre azul) cumplen sus obligaciones con el fisco. Ciudadanía honesta bajo
sospecha, tratada como delincuentes potenciales, mientras los ladrones,
comisionistas (incluidos los que operan en el Golfo Pérsico con aristocrática
desenvoltura), extorsionistas, evasores, corruptos de mil pelajes, pululan
felices entre amnistías fiscales y prescripciones administrativas carcajeándose
de “la plebe”…
Aun
sin descartar un mayor dislate, asquea la traza indecorosa de un sujeto como el
Sr. Rossel, presidente de esa CEOE, que se distingue por tener ilustres
miembros entre rejas por sus latrocinios. Este individuo, auspicia que el
empleo ha de ser jungla donde cace el patrón menos escrupuloso, mientras
cínicamente afirma, que los empleos de calidad y duración son una antigualla
del siglo XIX. Tan indignante, como la actitud de un gobierno que ve
indiferente irse a sus jóvenes más preparados, y que incluso lo traduce como
algo positivo, mientras cercena recursos para la investigación y la ciencia, y
deja sin protección a los dependientes y a los sectores más vulnerables.
Es
indecente, un presidente de gobierno que tiene la desvergüenza de afirmar que
le preocupa y va a trabajar para consolidar el sistema de pensiones, tras haber
saqueado su Fondo de Reserva. El mimo presidente cuyo ministro del interior
ante la felona ocurrencia de las “esteladas”,
alude a “decisiones técnicas”...y
escurre, en el colmo del impudor, su responsabilidad diciendo que es una
resolución de su Delegada en Madrid…Nada menos que en una decisión. sobre un
acto que reúne a 60 o setenta mil aficionado, al Jefe del Estado y afecta a las
complejas relaciones con Cataluña. Indigna la mendacidad del ministro una vez
más, individuo cuyos más sonados éxitos se cuentan por filtraciones a la
prensa, vírgenes condecoradas o nominaciones de comisario honorario al Sr.
Maruenda, más popular que por ser Director de la Razón, por mostrarse fiel
lacayo del presidente en funciones, Sr.
Rajoy. Y bochornoso es para la ciudadanía observar como tal presidente, inclina
el lomo servil ante titulares de siglas insolidarias o grupos económicos
foráneos o interiores, mientras pisotea sin humanidad a su pueblo, robándole a
su dictado, sus derechos y su futuro.
Revuelve
el estómago más templado la impudicia de los que tras pasar por ejercicio de lo
público, presuntamente al servicio de la comunidad, a continuación venden los
relaciones y conocimientos habidos al mejor postor como vulgares
meretrices…Siempre empresas que medran de sus relaciones con la administración
en detrimento de los administrados. Un comportamiento que desmoraliza a la
ciudadanía ante el sistemático deterioro de algo tan noble y digno como la
política. Indispensable para vida
democrática de los pueblos. Práctica ineludible para que nadie se tome las atribuciones
de suplantar el derecho y la decisión de los ciudadanos. Y que provoca un a
entendible cólera ante los que la
prostituyen y denigran. Que la distorsionan al servicio de intereses espurios y
de ella medran, hacen oficio y beneficio, en medio de un barullo y ruido en el
que esconder su pobreza moral e intelectual. Ignorando por malevolencia o
indigencia ética, lo que es y significa
el sentido de estado y el interés del común.
Es
vergonzoso el cinismo de los austericidas que tras injuriar y denostar al Sr,
Rodríguez Zapatero, maltrataron sin conciencia a la ciudadanía y dejan al país
endeudado como jamás estuvo en toda su historia. Hipotecado, necesitado de
recortes por más de 8.000 millones de euros, que se sumaran a los ya habidos. Y
con la espada de Damocles de una multa descomunal por incumplimientos y
trampas, (curiosamente aplazada hasta un mes después de las elecciones).
El
irlandés Samuel Beckett en su tragicomedia sitúa en un camino incierto a dos
vagabundos, Vladimir y Estragón que esperan en vano junto a un camino a un tal
Godot. Una situación, teatro de lo absurdo, que se acomoda a nuestra realidad,
en la que no alcanza con el buen ánimo de “puedo prometer y prometo”
desempolvado de la hemeroteca como soporte de un dialogo transversal, que aun
pudiendo ser propuesta de interés, no debe hacer olvidar donde cada comensal ha
de sentarse a la mesa. Algo que quedaba ya claro en 1789, en la Asamblea
Nacional Constituyente de Francia…A la derecha
los girondinos (nobleza, burguesía y propietarios)… A la izquierda, los
jacobinos (republicanos, representantes del progresismo, el librepensamiento y
las clases populares) y en el centro…los indecisos, de ideología ambigua, sin
filiación partidista definida. La Marisma que decían los constituyentes franceses...
El
centro, Ítaca brumosa, de procelosa arribada, enfilado por su propia esencia
con nave de ideología lábil y palabra
confusa, conlleva como poco, ser proclive a propiciar bofetadas de ambos
extremos, como clown en pista de circo, con riesgo de terminar, como pollo sin
cabeza en cercado ajeno... Y desde luego no parece prometedor, desempolvar el
cadáver del Cid, para tirando de él, lograr que gane batallas después de
muerto. Amén de pura quimera literaria, es apenas febril fábula para atardeceres
con licores espiritosos...
Antonio Campos Romay
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