lunes, 22 de agosto de 2016

El marqués del Fragoso

El valle del Fragoso cae hacia la ría desde las alturas del pico Galiñeiro y otros. Al borde del mar se encuentra una de las más populosas ciudades de Galicia, importante por su industria y economía marítima. Al frente de la misma se encuentra el marqués, como también existió un marqués en el otro extremo, al norte, que quizá algún día ostentó el título del Golfo Ártabro. 

El marqués del Fragoso está acostumbrado a dictar sin miramientos los que son sus deseos, apoyado sobre todo en el éxito electoral que le ha acompañado ultimamente, lo que es mérito que ha de reconcérsele. Tuvo a una concejala compatibilizando varios cargos públicos al tiempo, lo que va contra la norma escrita en el partido al que pertenece (él sabrá por que) y ahora está empeñado en una cruzada para situar en las candidaturas al Parlamento de Galicia a sus fieles, seguramente tan eficaces o todo lo contrario que los que han sido consagrados para tal honor.

El marqués del Fragoso se desenvuelve muy bien en una televisión local donde recibe las quejas de los vecinos, a los que atiende con mucho tino. Es otro mérito que debe reconocérsele. Ha hecho de su norte el convertir a su populosa ciudad en el centro de todas las miradas, sin molestas ideologías ni otros miramientos que no harían sino estorbar sus objetivos. Tiene a un buen nutrido grupo de fieles que, sin mayor criterio, siguen sus órdenes si más, pero fuera del maquesado, hay otros que mandan más que él y esto le enfada. 

Tanto le enfada que no ha tenido inconveniente en airear su mal humor en público, con gran perjuicio para el partido al que pertenece. Antes militó en las filas del centralismo democrático, pero es asunto que tiene olvidado: o se hace lo que el marqués dicta o hay lio. ¿Para cuando una autoridad, una convicción, una actitud de respecto que no quiera imponer las conveniencias personales al todo? ¿Para cuando la desaparición de los marquesados en un partido que ha hecho ascos de ellos durante tanto tiempo? ¿Cuando se parará el señor marqués del Fragoso a pensar que su tiempo es corto y que debe exclusivamente preocuparse por los de su municipio, sobre todo por los más humildes?

L. de Guereñu Polán.

No hay comentarios: