jueves, 11 de mayo de 2017

IMPRESENTABLE MANUEL VALLS

Me refiero al que fue Primer Ministro en el gobierno francés de Hollande y que, contra viento y marea se enfrentó a los sindicatos y a una parte importante de los diputados de su propio partido, el socialista, para imponer reformas laborales que recortaron derechos y favorecieron la precarizaron de las relaciones laborales.

El Manuel Valls que al anunciar Hollande que no se presentaría a la reelección, dimitió de su gobierno, y decidió hacerlo él compitiendo en unas primarias para elegir al candidato a Presidente de La República por parte del Partido Socialista Francés, y que perdió por goleada.

El Manuel Valls que, quién sabe si despechado por su derrota interna, en plena campaña electoral decide dar la espalda al Partido Socialista al que pertenecía  y hacer público su apoyo a Macron, a quien las encuestas daban como ganador.

El Manuel Valls que tras la victoria de Macron, dice que “el partido socialista está muerto” y se ofrece a él y a su naciente partido para integrarse como candidato a la Asamblea Nacional de las República en las próximas elecciones legislativas que tendrán lugar el 11 y el 18 de Junio. Oferta que el partido de Macron ha rechazado “alegando falta de idoneidad”.

Son individuos como Valls los que están destruyendo a los partidos socialdemócratas en Europa. Y los destruyen porque traicionan sus programas en cuanto llegan al gobierno, y no tienen inconveniente en gobernar de espaldas a los militantes y votantes de sus propios partidos. Tampoco dimiten cuando descubren que no pueden cumplir sus promesas o su programa refugiándose cuando ya no tienen más remedio en un inútil es que “los otros (la derecha) es peor”. En algunos casos como creo que es el de Valls, se pone de manifiesto que en realidad son unos simples “trepas” con pocos escrúpulos.

Xesús Mosquera Sueiro / 11 de mayo de 2017

1 comentario:

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

NO SALIMOS DE ASOMBROS, SUSO: AHORA MACRON NOMBRA PRIMER MINISTRO A UNO DE DERECHAS... SI NO SE REACCIONA A TIEMPO LA IDIOTEZ NOS COME. GUEREÑU.