jueves, 30 de mayo de 2019

El caso Gabilondo


Aquellos que teniendo la oportunidad de elegir como Presidente de su Comunidad a don Ángel Gabilondo, no lo han hecho, han ejercido su libertad, pero han preferido, también, la mediocridad a la inteligencia, el continuismo conservador al cambio progresista, la mezquindad a la honorabilidad en el ejercicio del servicio público.

Se me dirá que el señor Gabilondo encarna una ideología o una de las corrientes del socialismo tal y como se entiende en el mundo moderno, pero dicho personaje encarna además una actitud de respeto, un talante de generosidad, una capacidad y experiencia probadas, una honradez que no todos pueden mostrar de sí mismos.

¿Puede compararse el señor Gabilondo con cualquiera de los demás candidatos a presidir la Comunidad de Madrid? Pueden compararse, pero de dicho ejercicio, a buen seguro, muchos estarán de acuerdo en considerar que en el personaje citado se concitan virtudes que los demás no tienen. La candidata del PP encarna la frivolidad y la inexperiencia, además de no sentir vergüenza por pertenecer a un partido condenado por corrupción, no haberla denunciado nunca en sus propias filas y ni siquiera acordarse de los muchos casos en los que sus compañeros están incriminados.

Hay cierta izquierda –no solo en Madrid sino en toda Europa- que solo se reconoce como tal si un caudillito por aquí y otro por allá comandan a una pequeña tropa: es lamentable que para el Ayuntamiento de Madrid se hayan presentado varias candidaturas de izquierda más allá de las ya existentes cuando el mandato de la señora Carmena empezó. Es lamentable que lo mismo haya ocurrido para presidir la Comunidad de Madrid. ¿No está claro quién podrá coordinar mejor los trabajos para el Madrid de los próximos cuatro años?

El Partido Popular, encarnación de la corrupción en España, ha tenido al frente de Madrid (Comunidad) a lo peor de esa opción política: la señora que ha nombrado a más sinvergüenzas al frente de importantes consejerías públicas, a una ratera de poca monta que además falsificó documentos públicos para favorecerse, a un tránsfuga en el sentido más miserable que imaginarse pueda, cuando más daño se puede hacer a los propios compañeros…

Si el señor Gabilondo no es elegido Presidente de la Comunidad de Madrid (y lo veo negro) se habrá perdido una ocasión de oro –como se perdió hace cuatro años- para que Madrid mejore y con él sus habitantes. Entonces solo puedo desear que el Partido Socialista cuente con él para algunas de las más altas responsabilidades del Estado.

L. de Guereñu Polán.

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