En un artículo anterior sostenía que en la insistencia en la fusión de las cajas de ahorro hay más de un intento de reducción del espacio que estas ocupaban, que de mejorar los servicios a sus usuarios y consolidar su solvencia. Favoreciendo así los intereses de sus competidores la banca clásica y sus inversores privados.
Esgrimía argumentos de peso, uno es, que si tan beneficioso es el proceso propuesto, porque sus defensores no aportan los datos que lo demuestran, otro que los principales clientes y usuarios de las cajas, el pequeño ahorrador, el trabajador autónomo, el pequeño ó mediano empresario se verían claramente perjudicados, al perder no solo posibilidades de elección, sino también algunos de los servicios prestados localmente. Evidentemente la pérdida de empleo derivada es un daño grave añadido, que impacta sobre las zonas de actuación, más grave por el momento en que se da.
En lo que respecta a Galicia, la posición de presión, cuasi de amenaza, encabezada por el presidente de la Xunta, aún cuando esté apoyada, por distintas motivaciones, por la fuerzas políticas del Parlamento Gallego, hace pensar que alguna de las entidades pasa por un momento crítico que hace imprescindible el mover ficha, o al menos fomenta esa sospecha.
Como quiera que una de esas entidades se resiste con todo a la fusión, además lo hace con el apoyo de su entorno social y económico, resulta bastante claro por dónde apuntan la posibles hipótesis más probables: a) es una entrega de activos económicos y sociales, a unos grupos determinados en detrimento de otros, o, b) se trata de sanear algo que no se explicita.
Respecto a la amenaza de auditorías varias, más parece un intento de vestir la decisión previa que saber algo que ya tenía que haber surgido públicamente. Por qué ¿la decisión de la fusión se supone que se ha tomado con conocimiento de datos suficientes?, ¿o no?
En todo caso ofrezco una solución: dejese la decisión a los órganos competentes, es decir los Consejos de Administración y que el arbitro sea una entidad lo menos sospechosa posible, por ejemplo el Banco de España, que además se supone se encuentra entre las entidades mejor informadas y formadas en ese terreno, ¿o no?
Diciembre de 2009
Fdo.: Isidoro Gracia (DNI 7752400C)
2 comentarios:
PUEDE ACABAR EN CHAPUZA
No es asunto fácil. Por eso vaya por delante el respeto a todos los que hasta ahora han intervenido públicamente en el tema. Lo que parece "desde fuera" es que estamos ante una inmensa "chapuza".
"El Qué".- Puede ser, es incluso probable, que lo mejor para todos sea la fusión de las dos cajas gallegas. Pero "a priori" otras opciones pueden tener también su fundamento. Búsquese convencer, no imponer, y si fuese preciso rectificar.
"El Como".- Hay cosas extrañas en el procedimiento seguido. Primero las prisas y los plazos, a modo de ultimátum, con reuniones urgentes con los unos y los otros, para al final tomar “una decisión política” primero, y luego, pedir también con toda urgencia y a plazo fijo unas auditorias. El mundo al revés. Es como tomar primero la medicina y luego preguntar por el diagnóstico.
“La unanimidad”.- Se intenta vender “unanimidad” o por lo menos “amplio consenso”, pero ¿de verdad es así? Las dos cajas tienen diferencias radicales, la sociedad gallega también ¿o es que los de Vigo y su entorno son extraterrestres? La patronal también está enfrentada a pesar de las apariencias. Entre los partidos políticos hay coincidencia entre el BNG y el PP, pero discrepa el PSOE, eso por arriba, luego en cada localidad la cosa tiene sus matices. Los sindicatos sí se muestran unánimes, pero las dificultades pueden aparecer cuando llegue la hora de tomar decisiones en cada empresa.
“El localismo”.- Para tapar la chapuza se hecha mano de doctrina, y se denuncia el pecado del localismo. Pero ¡ojo! Los localismos pueden dar votos, y a Abel Caballero parece que se lo están poniendo a huevo. Además, el Alcalde que no sea un poco localista que levante el dedo.
BUSCO PRESIDENTE PARA GALICIA; plaza vacante. El anterior: otro impresentable.
Hasta hace unos meses, en mi condición de gallego, pensaba que tenía un presidente en Galicia al que, debo reconocer, le veía potencialidad a futuro y además representaba a una formación política que había podido romper las reiteradas coaliciones de los grupos de oposición, que nunca ganaban en las urnas pero sabían superar sus diferencias ideológicas convenientemente para aliarse y tomar el poder que no les dieron los ciudadanos (es uno de los problemas de la democracia).
En este caso no fue así y la mayoría conseguida facilito el nombramiento de Feijoo, para desconsuelo de los fracasados pero esperanzadores Tourino y Quintana, quienes están donde tienen que estar y debo ser el único que los recuerda ahora.
Y ahora Feijoo se quita la piel de oveja y enseña sus voraces dientes de lobo sin siquiera poder evitarlo, porque la tentación es demasiado grande:
"Tener la complicidad y favores del llamado lobby de la Coruna, para crear un caja única (única porque seria la única intervenida por un gobierno autonómico),
sin reparar en los medios para conseguir su fin (imponiendo la fusión, criticando a sus oponentes (demócrata ?), aliandose hasta con el diablo -léase BNG- y manipulando a la ciudadanía con mensajes ambiguos que sus asesores en la sombra discurren agudamente para presumir en privado que lo que dice Feijoo y como lo dice es idea de ellos..."
Pues visto quien es Feijoo, este vikingo se ha quedado sin presidente en Galicia y necesito uno que lo sea, pero de todos los gallegos.
Un presidente que sea respetuoso con los profesionales que han llevado a sus organizaciones donde están. Como puede nombrar y criticar Feijoo a Gayoso? Tendría que cepillarse los dientes antes de nombrarlo. Hasta he pensado si no habrá intentado entrar a trabajar en Caixanova y que lo hayan rechazado... Quien sabe, a veces desconocemos el origen de determinados comportamientos..
La carrera política de Feijoo ha terminado y el lo sabe, pero intenta salirse con la suya con reformas desesperadas express y todo tipo de confabulaciones.
Da igual: un plato roto, aun unido con pegamento de contacto rápido, es ya para siempre un plato roto.
Quiero un presidente entero, no roto. Integro. Sincero. Que sepa mirarme a los ojos. Que me hable con el corazón y que piense con la cabeza.
Humilde, que respete la trayectoria y conocimiento de los demás.
Un presidente que sirva a Galicia (la pretendida fusión es la que destruye mas empleo en nuestra tierra y beneficia a la competencia de las dos cajas; oye Alberto, para esto no hacen falta asesores, pailan!).
Quiero un presidente que tenga palabra y que cumpla sus compromisos (no un cantamañanas como ya ha demostrado con pretextos injustificados).
En definitiva, y ya que hoy es día 31 de diciembre del 2009, pediré con todo fervor mientras tomo las doce uvas, que Galicia tenga un presidente del que me sienta orgulloso y al que pueda admirar, si es posible lo mas parecido a D. Julio Fernandez Gayoso. El si que seria el mejor presidente para Galicia y del que algunos infantes como Albertito tendrían mucho que aprender.
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