domingo, 21 de febrero de 2010

LAS CULPAS DE LA CRISIS. ALGUNAS COSAS CLARAS.

Acabo de leer el último artículo de “un experto” que afirma que la culpa de la crisis en España la tiene sobre todo el euro, e intenta demostrarlo con sus razones seudocientíficas (por mucho que se empeñen la “ciencia económica” tiene muy poco de ciencia y mucho de metafísica y/o esoterismo adivinatorio).
Ayer escuchaba a otro “experto”, muy premiado, que además del euro la culpa la tienen los gobiernos que no atienden las indicaciones del mercado (el mercado debe ser, además de algo también metafísico, un ente muy peligroso si nos atenemos a sus consecuencias).
Y permanentemente escucho a los expertos del PP, que la culpa de todo la tiene Zapatero, que no deja de ser un modesto presidente, de una modesta economía en la escala mundial.
Constato que los expertos en economía son muy propensos a la amnesia, debe ser una enfermedad profesional de los que profesan ese oficio, porque en pocos meses han olvidado las hipotecas sub- prime, los bonos basura, otras lindezas bancarias parecidas, y en último término la filosofía neoconservadora que propició la economía virtual sobre la real hasta extremos inconcebibles para el sentido común.
También constato que esos expertos son muy propicios a no reconocer la realidad, la falta de visión también debe ser una enfermedad profesional del oficio.
Veamos, si el problema de origen son las finanzas, de que va a servir tratar solamente los efectos como el desempleo, el déficit, etc. La enfermedad es la excesiva desregulación neoliberal, la reforma laboral servirá para paliar alguno de los síntomas, no sanara al enfermo mercado.
La avaricia propiciada como motor por los neoconservadores es el virus o bacteria que es el origen de la enfermedad, ¿de qué servirá atacar la solidaridad del sistema de bienestar?, esa solidaridad está actuando como un autentico antibiótico, no es hora de bajar la dosis, al contrario a más virus de especulación insolidaria, una mayor dosis que evite la desesperanza, que puede resultar mortal para una sociedad justa.
Que no, que los desmemoriados y cegatos, se olvidan de lo evidente: lo que hay que regular son las grades finanzas y los paraísos fiscales, y en lo que hay que fijar la atención es en la especulación egoísta; incluso cuando el presidente no sea Zapatero seguirán existiendo las burbujas inmobiliarias, los tiburones financieros con capacidad de atacar monedas como el euro o la libra, muy probablemente también existirá el dólar y los que a su servicio intentaran que esté en ventaja frente al resto de monedas.

Febrero de 2010
Fdo.: Isidoro Gracia (DNI 7752400C)

2 comentarios:

LOIS DO DEZA dijo...

TAMEN O LADRILLO
Coido que a maiores, España ten unha crise particular, a do "ladrillo", o ter convertido en edificable todo o chan do pais, coa conseguinte especulación galopante, que levou a moitos a pensar que a mellor inversión era comprar pisos para revendelos en poucos meses con suculentos beneficios. Construindose mais pisos cada ano en España que tódolos restantes paises europeos xuntos, con bancos e caixas participando do negocio, e dispostos a dar créditos sen límites. Sábeno ben Rato, Montoro, Alvarez Cascos e compañía.
De ahí arranca a actual taxa de morosidade de caixas e entidades financeiras españolas, tamén a corrupción urbanísitica, un auténtico escándalo sobre todo en Madrid, Baleares, Cataluña, Marbella... que se sepa.
Para colmo miles de traballadores sen vivenda.
LOIS DO DEZA

SUSO MOSQUERA dijo...

EN BUSCA DE UN CHIVO EXPIATORIO
Siendo Zapatero la pieza que algunos quieren abatir, convirtiéndolo en el chivo expiatorio de todos los males de nuestra economía, y aún siendo evidente su responsabilidad política, no es menos cierto que han sido otros con importantes responsabilidades directas en la materia, los que, ni han sabido percibir a tiempo la gravedad de la crisis que se avecinaba, ni han acertado a proponer medidas eficaces para corregir las verdaderas causas de la misma cuando esta se ha manifestado. Con el agravante de reincidir, una vez mas, en cargar sobre las espaldas de los mas débiles, los trabajadores, el precio a pagar por lo que han hecho otros. Y para colmo a esto le llaman “valentía”.
Poco se podía esperar de personas como Rodrigo Rato, Director Gerente del Fondo Monetario Internacional entre 2004 y diciembre de 2007, de lo que por cierto le ha quedado una pensión vitalicia de 400.000 dólares anuales. Tampoco de los economistas que habían trabajado con él como Cristóbal Montoro, o de los nuevos que se incorporaron al equipo económico del Partido Popular, como Manuel Pizarro. Que sepamos, nada advirtieron tampoco nuestros insignes banqueros como Emilio Botín o Francisco González, ni los presidentes de las principales cajas de ahorros incluidas las dos gallegas. Tampoco se les escuchó nada a la mayoría de nuestros profesores universitarios, y los que lo hicieron, pronto se refugiaron en un espeso silencio.
Pero, con todo, lo más chocante ha sido el comportamiento del Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Joaquín Almunia, que no solo no advirtió de nada cuando tenía que haberlo hecho, sino que cuando se manifestó la crisis entonces sí comenzó a ejercer de “pitoniso” en el sentido de predecir que la cosa podía empeorar, sobre todo en España, pero sin hacer una sola propuesta que no fuese “la reforma de las pensiones y del mercado laboral”, las mismas por cierto que ya proponía hace veinticinco años, cuando era Ministro de Trabajo. Y que decir de Pedro Solbes, el que fuera Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Economía hasta hace tan sólo diez meses, quien no solo no fue capaz de captar la gravedad de la crisis como se puso de manifiesto en múltiples declaraciones suyas cuando esta empezó a manifestarse, sino que optó por dimitir como Ministro y Parlamentario, en un gesto que no fue de valor sino de impotencia o cobardía, pues no disimuló en nada a la hora de dar a entender también que la culpa era de Zapatero ¿por empeñarse en querer mantener el gasto social y los derechos de los trabajadores? Tampoco fue capaz de advertir nada el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aunque pronto hecho mano también de previsiones agoreras, sin otras propuestas que las mismas de hace 25 años: Reforma de las Pensiones y Reforma Laboral.
Estos y otros como ellos, sí son corresponsables de lo que ha pasado hasta ahora, y por ello no pueden “irse de rositas”, aunque los unos y los otros coincidan en tratar de convertir a Zapatero en víctima propiciatoria, y a los trabajadores y jubilados en las víctimas de la avaricia e incompetencia de otros. Así nos va.
SUSO MOSQUERA