jueves, 4 de marzo de 2010

EL CONTRATO FIJO BARATO Y EL CONTRATO BASURA

Sabe bien el Presidente de la CEOE que su oferta de un contrato fijo barato y des judicializado es un camelo. También sabe que el contrato sin derechos para jóvenes menores de treinta años, además de inconstitucional, es una falacia que no resolvería ninguno de los problemas de la economía española en estos momentos, porque la causa de la crisis no es esa. La verdad es que el comportamiento del Presidente de la patronal, mas parece el de un “arribista social”, que sin más objetivo que “el negocio”, busca sacar tajada de la crisis económica y de sus víctimas: los trabajadores. Puede parecer duro decirlo, pero es lo cierto que son empresarios, capitalistas, o especuladores como el Presidente de la CEOE y su actual equipo, algunos de los culpables de esta crisis, no esos jóvenes a los que quieren privar de sus derechos.
No hay mas remedio que recordarle a este señor, y a los que jalean sus propuestas desde los medios de comunicación y algunas tertulias, que el trabajador o la trabajadora, ni son basura, ni son mercancía, y que el mal llamado “mercado de trabajo” no puede tratar este asunto desde la pura lógica de la oferta y la demanda, por mucho que lo pretendan algunos. Estamos hablando de personas, de seres humanos, de ciudadanos con los mismos derechos que él y los demás empresarios. Pretender imponer trabajar sin derechos es volver a la selva, es desandar el camino recorrido por la civilización, es sencillamente ser cada vez menos personas y mas bestias.
El contrato fijo barato es un camelo porque si la cuantía de la indemnización es tan baja que pierde su carácter disuasorio o reparador ante un despido caprichoso, arbitrario o injusto, ese contrato podrá llamarse “fijo”, pero es evidente que nunca lo será, porque con él el trabajador estará siempre desamparado, y a merced del patrón.
Por lo que respecta a un hipotético contrato sin derechos para los jóvenes hemos de recordar que se trata de una medida que, con matices, aparece sistemáticamente en todos los momentos de crisis económica, y que una modalidad menos impresentable que ésta, trajo como consecuencia alguna huelga general. ¿Ignora esto el Presidente de la CEOE y los que le asesoran? Es evidente que no, y si esto es así ¿Por qué lo hacen? ¿Estamos ante un nuevo intento de dinamitar el diálogo social? Tal vez lo que se busca es dirigir una vez mas el foco de atención hacia la reforma laboral como supuesta causante de la crisis, y sacarlo del mundo financiero, de la política económica y fiscal, y de las escandalosas e injustas retribuciones y fortunas de algunos, aunque sea ahí donde están las verdaderas causas del problema.
Con una tasa de precariedad laboral superior al 30% de la población asalariada y más de cuatro millones de parados, la receta no puede ser de más precariedad. La patronal española sabe que no puede seguir con el uso fraudulento y permanente del “contrato de obra o servicio determinado”, que se prometió en su día “para casos puntuales y extraordinarios”, pero que se ha convertido (al generalizarse su uso frudulento) en el contrato-tipo por excelencia, hasta el punto de suponer el 90% de los contratos que se han venido firmando y que se firman en España y en Galicia. Sabiendo como sabe todo esto, ni el Presidente de la patronal ni su padrino político, el Sr. Rajoy, pueden volver ahora con este otro camelo.
Con la ayuda de los “expertos” ya se ha conseguido instalar la cultura de la precariedad aceptando como mal menor el circulo vicioso de contrato temporal/paro/contrato temporal. Los resultados son aterradores en lo social, pero también en lo económico y empresarial, pues este modelo, propio del tercer mundo, no sirve para el modelo económico que se reclama para un país competitivo y tecnológicamente avanzado. Para competir a base de precariedad, siempre nos ganará Marruecos y otros países africanos, con todos los respetos hacia ellos.

SUSO MOSQUERA

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