Apenas elegido el actual presidente de la República Francesa anunció un nuevo “Contrato Social”. Los defensores de las ideas “neocons” (incluyendo los conservadores españoles) invaden los medios de comunicación con propaganda y propuestas que tienden a modificar, sustancialmente, los equilibrios que en el Mundo, en Europa y en España sostienen el actual Contrato.
La fórmula para la convivencia Rousseau estableció se está rompiendo, la fórmula: el ciudadano, libre por naturaleza, cede parte de este bien supremo que es la libertad a cambio de que sus gobernantes, mediante la ley, fruto de la voluntad general, le garanticen un trato igual para el disfrute de los bienes que los hombres producen sobre la tierra en la conviven", en Europa ha devenido en lo que se conoce como “Estado de Bienestar”, que en lo concreto puede traducirse en: educación, sanidad y protección social para todos, a ser posible de la mejor calidad, y es evidente que la actual situación europea y española es manifiestamente “empeorable”.
El mismo que elaboró la fórmula estableció algunas premisas: “la fuerza no hace el derecho” y “en el momento en que los gobiernos, usurpan la soberanía, el contrato social se rompe”, y esto se está haciendo por mandato o presiones de no se sabe muy bien de quien.
Esto nos lleva a que los ciudadanos debemos reaccionar, con toda la fuerza legítima disponible, para que quien trata de desmontar derechos adquiridos reciba una respuesta adecuada, con la prohibición de unas cosas y gravando fiscalmente otras.
Quien trabaja o se relaciona con los paraísos fiscales lo hace siempre, como mínimo, con el objetivo ilegítimo de incumplir con sus obligaciones fiscales, exijamos que lo ilegítimo sea ilegal y delictivo: el mero hecho de tener cuentas o negocios en los paraísos fiscales debe ser delito.
Si un ciudadano de a pié vende algo que no es suyo se le puede condenar por estafa, ¿porqué un gran banco o corporación, puede vender acciones que aún no posee y eso es un negocio legal? En Alemania se acaba de prohibir esa práctica para el corto plazo. Toda Europa debe prohibir la práctica para cualquier plazo.
Si cualquier ciudadano compra o vende cualquier cosa, se ve obligado a pagar impuestos o tasas. ¿Porqué un gran banco o corporación puede vender extraños productos financieros, de un punto del mundo a otro, sin que ninguna tasa o impuesto impacte, en sus extraños productos?
Los gobiernos democráticos tienen la fuerza que les prestamos los ciudadanos, en los momentos de dificultad es cuando esa fuerza debemos prestarla con más generosidad, pero los mayores intereses del préstamo deben pasarse a los que crearon la crisis. Si los gobiernos no utilizan la fuerza prestada los ciudadanos adecuadamente, más pronto o más tarde, podemos caer en la tentación de usarla directamente.
Mayo de 2010
Isidoro Gracia. (DNI 7752400C)
1 comentario:
Coincido con vostede. O contrato social europeo subscrito pouco despois de finalizar a segunda guerra mundial e que se concretaría nun modelo chamado “Estado de Benestar”, empezou a romperse trala caída do “Muro de Berlín” en novembro de 1989, e o posterior impulso das políticas neoliberáis en todo o mundo da man de Margaret Thatcher e Ronald Reagan, que logo continuaron outros, socialdemócratas europeos incluídos, disfrazados as veces de “terceiras vías” ou cualificativos similares. Van alá 20 anos destas políticas (1990/2010) e alguén debera facer un balance rigoroso dos resultados.
A simple vista son moi preocupantes, sobre todo para as clases traballadoras e tenden a empeorar: Os dereitos sociais retrocederon en toda Europa, os salarios reais reducíronse, as condicións de traballo foron endurecéndose, os abusos e incumprimentos legais creceron, a redución da xornada iniciada sobre todo en Alemaña e Francia, non só se freou senón que volveu a aumentar, os servizos públicos iniciaron un camiño tal vez sen retorno, para ir converténdose en fonte de negocios privados, as taxas de pobreza e de exclusión social medraron en toda Europa, e non só a costa dos inmigrantes. O paro aumenta, en España, e en toda Europa. Os sistemas públicos de pensións e a seguridade social, continuamente asediados, están seriamente ameazados.
A esquerda europea, sindicatos incluídos, fóronse debilitando, incapaces de “facer pé” no “cosmos da globalización económica” dominada polos “mercados”, e dicir, polas multinacionais, e os grandes bancos e corporacións financeiras. En lugar de exportar o modelo europeo de benestar e desenvolvemento, estamos importando o modelo asiático de traballo sen dereitos, ou cos mínimos dereitos. A desmesura e tal (din que avaricia sen control) que levounos a unha crise, na que seguimos sen ver polo de agora o fondo, e cuxos costos non van pagar os que a provocaron, senón de novo e con alto prezo as clases traballadoras.
Certamente chegou a hora de facer algo, entre outras cousas porque non queda máis remedio. As clases traballadoras, explotadas e progresivamente desposuídas dos seus dereitos ¿serán capaces de reaccionar? ¿Ou con fútbol, “Gran Hermano” e algún mínimo subsidio se darán por satisfeitas? Coido que a reacción é inevitable, e o que fai falla é acertar. As organizacións sindicais e políticas chamadas a representar os seus intereses, ou se poñen o fronte, ou poden desaparecer.
A esquerda, en particular o mundo da socialdemocracia europea, abandeirada do “contrato social” e do “Estado de Benestar”, coido que, a luz da experiencia debe revisar ese principio de que “e necesario perder algo agora para poder manter o modelo”, porque levamos con il vinte anos, e os resultados están a vista.
LOIS DO DEZA
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