viernes, 18 de junio de 2010

¿SUBVENCIONES PARA EL DESPIDO IMPROCEDENTE?

A pesar de presumir continuamente de liberales y de valientes adalides del libre mercado, la afición del empresariado español a la subvención es infinita, incluso por parte de quienes, cínicamente, piden reducir o suprimir las prestaciones por desempleo.
Hasta ahora, se les venía subvencionando, muy generosamente por cierto, cuando contrataban personal perteneciente a colectivos con particulares dificultades de inserción en el mercado laboral por ejemplo, o cuando se trataba de convertir en fijos contratos temporales. La picaresca y el fraude han estado al orden del día, y los resultados globalmente considerados dejan mucho que desear. En materia de lucha contra la contratación en precario en concreto, el fracaso es estrepitoso a pesar de los miles de millones de euros recibidos “como estímulo” por los empresarios españoles a lo largo de los últimos años.
Pero con lo que no contábamos es que ahora, a las anteriores subvenciones se le sume la de bonificar también los despidos. La verdad es que parece el colmo del despropósito que con dinero público se subvencione, nada menos que con 8 días por año trabajado, todos y cada uno de los despidos que, por arbitrarios e improcedentes, el empresario deba indemnizar al trabajador o trabajadora por tratarse de una decisión injusta. ¿Cómo es posible que se estimulen de este modo los despidos improcedentes? ¿Cuánto va a costar “el estímulo” a las arcas públicas, aún que sea a través del Fondo de Garantía Salarial? ¿No suena todo esto a cinismo?
Conviene recordar que el FOGASA (Fondo de Garantía Salarial), se ha venido financiando hasta ahora con el 0’2% de la cotizaciones sociales de la empresa, y que se trata de un organismo que depende del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para garantizar a los trabajadores la percepción de salarios, indemnizaciones por despido o extinción de la relación laboral, pendientes de pago por insolvencia, suspensión de pagos, quiebra o concurso de acreedores del empresario. Ejemplo: Los trabajadores de “Viajes Marsans” la empresa del presidente de la CEOE a los que la empresa les deben los salarios e indemnizaciones, pero que no puede pagar por estar quebrada.
Pero claro, lo que ahora se plantea es algo muy distinto, pues se trata de subvencionar sin más, todos los despidos individuales improcedentes. Una cosa es disponer de fondos para cubrir riesgos de insolvencia a modo de un seguro público, y otra muy diferente, subvencionar sin más y de modo generalizado los despidos improcedentes llevados a cabo por los empresarios.
Con más de cuatro millones y medio de parados ¿es coherente subvencionar despidos? No se diga que es para crear empleo y estimular la contratación, porque hasta ahora ya se ha venido contratando y despidiendo libremente, a placer, por parte de los empresarios, con indemnizaciones ridículas y uso fraudulento e impune de las actuales modalidades de contratación, sobre todo el contrato de obra o servicio.
SUSO MOSQUERA

No hay comentarios: