Las elecciones son la fiesta de la democracia y por ello son motivo de alegría, son bienvenidas. El derecho a votar libremente no cayó del cielo, no fue gratis. Durante muchos años se luchó por conseguirlo, muchos murieron por ello, otros pagaron con la cárcel. Hoy, los pueblos árabes se enfrentan a sus dictadores, y luchan y mueren también para conseguir democracia, libertad, derecho a votar y a decidir. Hace 75 años que la mujer consiguió el derecho a votar en España, que luego Franco le volvió a quitar hace 72 junto al resto de españoles, y que no conseguiríamos recuperar de nuevo hasta hace ¡tan solo 33 años! Para millones de personas en el mundo, el derecho al voto no existe todavía. Solo por esto, en la próximas elecciones municipales ¡TODOS Y TODAS A VOTAR!
No hay disculpa para no hacerlo. No hagas caso a los que dicen que no vale la pena ir a votar, que no sirve para nada, que esto es una mierda, que todos los políticos son iguales … Quienes dicen eso temen a tu voto, y por eso prefieren que no votes, aunque ellos y sus amigos sí lo harán. Tienes ante ti un montón de opciones a las que poder otorgar tu voto ¡elige! No creas a los que dicen que hay votos inútiles, porque no es verdad. Todos los votos, todos, son igual de importantes y útiles. El único voto inútil es el que queda fuera de la urna, el que no se ejerce.
En una dictadura las cosas solo mejoran de verdad cuando esta se acaba, desaparece, y llegan las libertades y la democracia. En una democracia las cosas sólo mejoran cuando se vota masivamente, en libertad, sin miedo, a los que más lo merezcan según el buen juicio de cada cual. No hay otro camino mejor ni más eficaz. ¿Qué te sientes desengañado? ¿Cabreado? ¡Hasta las narices! Pues castígales si quieres ¡Votando! Puedes hacerlo. Como diría Stéphane Hessel ¡INDIGNATE Y VETE A VOTAR! En esta ocasión no te digo a quién, porque creo que tú ya lo sabes. Pero si tienes dudas, infórmate, pregunta, y luego decide. Estas a tiempo. Tienes mucho tiempo.
Tu voto, independientemente de a quien se lo otorgues, te une a tus vecinos, a tu ciudad, a tu pueblo, a los tuyos. Te hace uno más con ellos. Compartes con ellos el futuro. Os une ¡No les traiciones! Debe ser por esto que en algunos países es obligatorio ir a votar, pues no hacerlo se considera un acto de incivismo que llega a ser castigado. En cierto modo quien no vota, quien se desentiende de la suerte común, quien dice que todo la da igual, tampoco tendría derecho a quejarse de lo que otros hagan por él tal vez contra sus intereses.
SUSO MOSQUERA
30 de marzo de 2011
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