Algo parece haber cambiado en la otrora eficiente y admirada Alemania. Lo que han hecho culpando a las frutas y hortalizas españolas de las infecciones y muertes derivadas del consumo de productos en mal estado, es de juzgado de guardia. El daño producido es inmenso, tal vez irreparable, y siempre nos quedará la sospecha de si, además, no fue algo premeditado. Resulta que el problema no procedía de Almería, sino que estaba y sigue estando en Hamburgo.
Ocurre esto cuando el pasado mes de enero estallaba allí otro escándalo alimentario descomunal: El de la dioxina utilizada en la fabricación de piensos, que condujo al cierre de mas de 4.700 granjas y explotaciones agroalimentarias, a la destrucción de miles de cabezas de ganado, porcino sobre todo, y muchos miles de toneladas de carne, afectando seriamente a sus exportaciones de productos elaborados. Las manifestaciones en contra de la ingeniería genética, las fábricas, y el dumping en las exportaciones, fueron importantísimas, apoyadas por más de 120 organizaciones de agricultores, ecologistas y productores de alimentos.
A esto hemos de añadirle su comportamiento ante la crisis en Europa, propiciando descaradamente las maniobras especulativas contra la deuda de Grecia, Irlanda, España y otros países, en beneficio de sus bancos, y en perjuicio del conjunto de la economía de la Unión. Una operación que conducirá a una Europa mas pobre cada día y una Alemania más rica al quedarse a bajo precio con muchos de los activos públicos que los países intervenidos o sometidos a sus políticas presupuestarias, se ven obligados a vender. En nuestro caso algunas Cajas de Ahorro incluidas. Se dirá que tenemos lo que nos merecemos, pero todos sabemos muy bien que con crisis y todo, otra política económica en Europa no sólo es posible, sino que sería lo más conveniente.
Finalmente no puedo dejar de mencionar el haber llevado la corrupción al sindicalismo alemán, que fue referente para Europa durante muchas décadas. Me refiero al Comité de Empresa de la poderosa multinacional Volkswagen, inequívocamente relacionado con una extensa trama de corrupción y sobornos organizada por la multinacional alemana en India, Angola, República Checa, Luxemburgo y Suiza, entre otros países. Otro escándalo de dimensión internacional.
Me pregunto si acabarán pagando por ello, o si por el contrario seguiremos siendo nosotros los esquilmados. Desde luego su imagen internacional se está deteriorando, y también me pregunto si no acabará afectando a la venta de productos alemanes como automóviles, máquinas herramienta, productos químicos, seguros, etc. Desde luego yo hace tiempo que les vengo perdiendo simpatía, y creo además que hay que andarse con mucho cuidado en las relaciones con ellos.
SUSO MOSQUERA
31 de Mayo de 2011
4 comentarios:
As declaracións de Angela Merkel exercendo presión para aplicar as "reformas laboral e das pensións", e pedindo traballar máis horas en España, poñen de manifesto por onde van as intencións do actual goberno alemán.
Moita esixencia o resto dos países europeos para cumpran normas e regulamentos,pero logo eles polo que se ve, as pasan e incumpren olimpicamente co silencio cómplice da Comisión Europea ¡Unha vergoña!
¿Que podemos esperar de una dirigente conservadora? Pues que aplique medidas conservadoras, y sabiéndose del país más poderoso de la U.E., que se extiendan a toda la U.E. Son los partidos socialsitas los que están dormidos; no se da la viveza de oposición en el Parlamento Europeo, en la Comisión y en el Consejo que sí se da, por ejemplo, en los Parlamentos nacionales.
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