EN APOYO DE LOS QUE DEFIENDEN LAS PRIMARIAS

Porque el debate no debilita sino que fortalece a los socialistas y a sus organizaciones, creo que todos debemos opinar siempre que tengamos ocasión sobre la actual situación económica y política, y en concreto sobre el “que hacer” y “con quien” por parte de los socialistas españoles en una coyuntura como la que estamos viviendo.   Es comprensible que desde las mas altas instancias del poder institucional y orgánico del partido, se pretenda buscar una entente y un consenso allá por la cúpulas, que evite los debates y la participación de las bases del partido y de sus simpatizantes, no sólo para designar al próximo candidato o candidata socialista a la Presidencia del Gobierno, sino para analizar y opinar abiertamente sobre las causas de una derrota electoral de consecuencias imprevisibles todavía.
Me inclino decididamente a favor de las primarias, y de las primarias auténticas, de aquellas que conllevan fuerte debate y controversia, hasta vaciar al partido y a sus simpatizantes de cuanto quieran decir y exponer en relación con las orientaciones de las futuras estrategias políticas, propuestas, programas y prioridades del partido para los próximos años, pudiendo decidir sobre los candidatos o candidatas mas idóneos para llevarlas a la práctica. ¿Acaso entendería alguien que en una coyuntura tan difícil como la actual se pretenda resolver a través de trapicheos y entre bambalinas la suerte del PSOE y de lo que representa para los próximos años? No solamente creo que no, sino que ello probablemente supondría hipotecar definitivamente y sin remedio el futuro de los socialistas españoles y con él, el principal referente político de las clases trabajadoras y del pueblo, que son, no lo olvidemos, la razón de ser del propio partido socialista.
Debe saberse, que también entre alguna de “las diversas sensibilidades de los socialistas españoles” hay quien prefiere no dar a conocer su programa, sus opiniones sobre temas de acuciante actualidad y trascendencia, como temiendo que al “decirle la verdad (la suya) al pueblo” este no nos dé su confianza. Además de una solemne torpeza política que evidencia un desconocimiento profundo de lo que está sucediendo hoy, se olvida no solo la tradición histórica de los socialistas, sino los aires que soplan por las calles y plazas de España y también de Europa.
Es más, me atrevo a decir que de tales debates van a emerger las nuevas sensibilidades, las tendencias y referencias generales, y sobre todo la visión de la crisis económica que tiene el pueblo y las soluciones que propone, que, no lo olvidemos ¡las hay! Y es que la crisis es de mucho calado, y no sirve encomendarle las soluciones en exclusiva a “los gabinetes de expertos”. El pueblo percibe mejor hacia donde ha de orientarse la nave, y al final si él decide y se equivoca sabrá rectificar mucho mejor y más rápidamente que cualquier iluminado o iluminada que programen los aparatos de comunicación y marketing. Pero es mas probable que acierte, porque el partido es parte del pueblo, y al fin y al cabo democracia es autoridad y gobierno del pueblo, no de las tecnocracias políticas. Aquello de “todo para el pueblo pero sin el pueblo” quedó desfasado hace mucho tiempo.

SUSO MOSQUERA
24 de Mayo de 2011