¿DESDE CUANDO AL ROBO Y AL SAQUEO LE LLAMAN CRISIS?

Es sabido que para curar una enfermedad o arreglar algo que no funciona o lo hace mal, es preciso un diagnóstico acertado, para en función del mismo aplicar el tratamiento y las medidas adecuadas. A la vista de los resultados, y más aún viendo lo que le está sucediendo de nuevo a Grecia y a otros países en Europa, pienso que lo que conocemos como crisis es ante todo un problema mal diagnosticado y mal definido desde el principio. Solo ahora, cuando las consecuencias están a la vista, parecen sobrar los tecnicismos semánticos y las diatribas entre “expertos”. Se le ha venido llamando crisis, pero en realidad se trata de robos y saqueos.
Fueron algunos grandes bancos norteamericanos los que empezaron a robar dinero y a saquear con engaños a sus clientes, ya fuesen éstos particulares, otros bancos, o países enteros. Ignorando esta evidencia (quien sabe por qué), los gobernantes y “los expertos” que los asesoran hicieron caso a los ladrones y al robo le llamaron crisis, y empezaron a tomar medidas cada vez mas equivocadas y costosas para su pueblos, pues conducían a nuevos robos y saqueos, de modo que lejos de aliviarse los males se fueron agravando.
Mas de tres años después de crecimiento ininterrumpido del paro, con los derechos sociales reducidos, con los sueldos y las pensiones mas bajas, la economía estancada, las cajas de ahorro y otras empresas y servicios públicos en venta para poder pagar “la mordida” y saciar la voracidad infinita de los ladrones y saqueadores, el diagnóstico, por fin, lo tenemos claro. Olvidémonos pues de la palabra crisis y llamemos al problema por su nombre: ROBO. A partir de aquí, si verdaderamente queremos evitar que nos sigan robando, el procedimiento a seguir es sencillo. Veamos:

1.- Identifiquemos quien se está llevando el dinero que nos roban.

2.- Sepamos que trucos y métodos están utilizando para quitárnoslo.

3.- Actuemos en consecuencia, sabiendo que podemos y debemos hacer para evitarlo.

De esto es de lo que hemos de hablar y no de otras cosas que nos distraigan de lo principal. Yo lo haré en sucesivas notas y daré mi opinión, pero creo que se necesita el concurso de todos. Cuando los medios de comunicación, los tertulianos, los profesores universitarios, los políticos, y sobre todo los ciudadanos empecemos a llamarle a las cosas por su nombre, entonces empezará a solucionarse el problema.
Y para finalizar esta primera nota señalar una obviedad: La solución o las soluciones no están en “más derecha”, eso ¡ni de broma! Con la que tenemos en Europa imponiéndonos sus políticas cómplices del saqueo que padecemos tenemos de sobra. Merkel/Rajoy/Sarkozy/Berlusconi/Cameron no son la solución sino parte importante del problema. De eso también tenemos que hablar.

SUSO MOSQUERA.
10 de mayo de 2011