jueves, 30 de junio de 2011

URGENTE AUMENTAR LOS INGRESOS PUBLICOS

La situación está llegando a un límite que puede hacer inevitable un estallido social de consecuencias inimaginables. Alguien ha dicho, con razón, que, o el poder político democrático embrida y controla al capitalismo, o el capitalismo acabará con la democracia. Se ha dicho que la socialdemocracia está devaluada y desprestigiada por su incoherencia al haber aceptado las políticas neoliberales, pero ¡ojo! no es únicamente la socialdemocracia la que está amenazada, es el sistema, es la propia Democracia Representativa la que está entrando en una peligrosa senda de descredito al percibir sus ciudadanos que sus representantes actúan en lo fundamental al dictado de los bancos y los poderes financieros.
La fractura social empieza a ser más grande y evidente cada día, pero también el riesgo de que avancen los fascismos y los partidos “autoritarios”, xenófobos y racistas, y de que lo hagan además mediante el voto de los electores que hayan decidido no abstenerse. La lógica del capitalismo salvaje conduce a la destrucción. Por su premisa de que el fin justifica los medios, porque su motor, su fuerza y su impulso es la ganancia y el lucro sin límite, y en los momentos de crisis mas si cabe. Solo el poder político democrático, con sus normas y reglamentos puede ponerle freno, y si no lo hace la llegada del desastre es solo cuestión de tiempo.
Los bancos han conseguido que el ajuste de las cuentas públicas y la reducción de los déficits, se produzca casi exclusivamente mediante la reducción del gasto. Han conseguido que nos olvidemos de hacerlo también por la vía de aumentar los ingresos. Se puede ingresar mas, mucho mas, de manera que los recortes del gasto puedan ser mucho menores, y los sacrificios derivados también. Esto nos lleva a la urgente necesidad de abordar con el coraje necesario medidas de tipo fiscal.
El impuesto sobre las transacciones financieras (Tasa Tobin) no puede demorarse más. Consciente de ello, el señor Durao Barroso habló de plantear el tema en el próximo otoño, y luego habló de un plazo de ¡ocho años! para su aplicación. Desde Londres (sede de la City) ya expresaron su oposición, lo mismo harán los bancos, aunque no tienen otra opción. Dar créditos a quien no los podrá pagar es un mal negocio, y tener que embargar al que no paga porque no puede también lo es. Producir y fabricar para no vender porque no hay dinero para comprar es una ruina. Con las quiebras de empresas y economías familiares pierde la sociedad, pero también los bancos que no son nada sin los consumidores y los impositores. Por lo tanto ¡Impuesto sobre las transacciones financieras ya! es urgente, la pachorra con la que se lo toma el Sr. Barroso no es de recibo, y resulta preocupante.
Otra gran cuestión pendiente son los paraísos fiscales, cuya existencia incentiva el fraude, la estafa, el robo, la especulación y la más amplia gama de delitos. Allí cobijan su dinero todos los causantes de la crisis, los dictadores que saquean a sus pueblos, y la más variada gama de delincuentes de alto nivel. Es imposible saber cuanto dinero se oculta en los mismos, pero estimaciones solventes lo cifran en más siete billones de dólares, un tercio de cuyo dinero estaría localizado en Suiza. Datos recientes de la Agencia Tributaria del Gobierno de España, estimaban en mas de 12.500 millones de euros (mas de lo que supuso este segundo rescate de Grecia) los depósitos de ciudadanos españoles en paraísos fiscales, un 80% de los cuales estarían en Andorra y Suiza.
El fraude fiscal, es otro campo de actuación imprescindible, aunque estableciendo adecuadamente las prioridades. Se habla del alto porcentaje de economía sumergida y es verdad, pero conviene empezar por arriba que es donde está el problema gordo. Además del dinero evadido a los paraísos fiscales ya mencionado, lo sucedido con la familia Botín, y su autoliquidación de 200 millones para, supuestamente regularizar ante el fisco sus cuentas en Suiza, es un escándalo pues se trata del principal banquero del país. Su caso no es el único.
En el caso concreto de España, la presión fiscal, se situó en el 2010 en el 31,5% del PIB, menor por cierto que en el 2008, que fue del 33,15%. Un porcentaje notablemente inferior a la media de la Unión Europea que se sitúa en el 39,3%, ocho puntos mas que la media española. En porcentaje de presión fiscal superamos a Rumanía (28%) o a Irlanda (29,3%), pero estamos muy por debajo de Dinamarca (48,2%), Suecia (47,1%), Francia e Italia (42,8%), Alemania y Holanda (39%), Reino Unido (37,3%). Es decir España tiene margen para incrementar su presión fiscal, y son muchas las voces que reclaman que se haga y se haga con justicia, de modo que no paguen únicamente los que cotizan el IRPF.
En resumen, equilibrar las cuentas públicas no puede hacerse únicamente por la vía de la reducción del gasto, ha de hacerse también mediante la mejora de los ingresos. Mariano Rajoy ha venido hablando de suprimir impuestos y rebajar la presión fiscal, eso mismo dijo Ángela Merkel en Alemania, pero luego no pudo hacerlo. Para las próximas elecciones generales y los consiguientes programas electorales la cuestión fiscal es un asunto clave. Otra política económica sí es posible. Con una política fiscal adecuada en Europa y en sus estados miembros, la crisis económica podría desaparecer.

SUSO MOSQUERA.- 30 de Junio de 2011

1 comentario:

L. de Guereñu Polán dijo...

Se me ocurren dos ideas que son conocidas de todos: combatir con uñas y dientes el fraude fiscal (más difícil en una economía de mercado) y hacer pagar a las rentas del capital y a las rentas altas del trabajo.