viernes, 30 de septiembre de 2011

LOS BANCOS SON LOS QUE MANDAN

Creo que si, que efectivamente, la democracia está secuestrada en Europa, y rescatarla es la gran prioridad de los demócratas y de todos los que aman la verdadera libertad y los derechos humanos. En realidad, no será posible salir de la crisis e ir recomponiendo los daños por ella ocasionados, si no recuperamos la democracia, es decir el gobierno del pueblo, de los ciudadanos, siendo capaces de hacer transparente y poner en su sitio a ese obscuro poder que nadie ha elegido y que sin embargo es el que manda: El poder financiero, la gran banca.
Los últimos acontecimientos relacionados con la crisis económica y del euro en Europa, lo demuestran. Las medidas impuestas por la Comisión Europea en relación con la deuda soberana de Grecia, Portugal, España, Italia, etc., fueron en realidad imposiciones previas de los bancos alemanes y franceses a sus respectivos gobiernos primero, y luego a través del conocido “eje franco-alemán” a la Comisión Europea. Son estos bancos, con la colaboración de los demás, los que se oponen a medidas como la de los “eurobonos”, o la compra de deuda pública directamente por parte del BCE, hasta el punto de llegar a producirse la dimisión de su Economista Jefe, el alemán Jurgüen Stark por este motivo. Está en juego un negocio suculento: Tomar dinero del BCE al 1,5% y prestárselo a Grecia, Portugal y España al 5, 6, 7% o incluso más, y no sólo eso: exigir de paso reformas políticas de carácter estructural absolutamente contrarias a los intereses y a los deseos de los ciudadanos de esos países, pero favorables a los de éstos bancos.
Todo ello sin mas actividad que la de operar especulativamente en el “mercado de deuda”. Simples transacciones especulativas realizadas en muy pocos minutos, con poquísimo personal e instalaciones, pero que suponen miles de millones de beneficios, sin más riesgo que la pérdida de una parte minúscula de los beneficios obtenidos en el hipotético caso de quiebra de alguno de estos pobres países a los que están esquilmando, lo que puede ocurrir cuando la usura alcance niveles insoportables. En Grecia se habla ya de pagar la deuda ¡en 100 años!
Medidas como la ya mencionada de los eurobonos, u otras como el impuesto sobre las transacciones financieras, y no digamos la supresión de los “paraísos fiscales” ,han sido mencionadas y recomendadas por los expertos, pero obstruidas y vetadas por el obscuro poder del mundo financiero. Serían una solución, y el pueblo las desea, pero a ellos no les interesan, no les convienen, y ni la Comisión Europea ni los Gobiernos nacionales se atreven a contrariarles, pues han demostrado que pueden hacer mas daño aún a quien les lleva la contraria.
El colmo de esta injerencia la tenemos en las cartas dirigidas por el Presidente del BCE Jean Claude Trichet a los Presidentes de los Gobiernos de Italia y de España, exigiendo a cambio de comprar directamente deuda soberana de estos países, no sólo ya nuevos recortes de gasto público, sino nada menos que ¡la reforma de sus Constituciones Nacionales! anteponiendo el pago de la deuda a cualquier otro. Una intolerable intromisión en la soberanía española que contó además con los buenos oficios del Gobernador del Banco de España, el señor Fernández Ordóñez, reducido a mero ordenanza no del gobierno democrático de España, sino de la banca española y europea. Un hecho tan vergonzoso que seguramente por eso se negó y se intentó ocultar. Seguramente también por eso no fue posible someter a referéndum la mencionada reforma constitucional, aprobada en ¡quince días! ¿Qué democracia tenemos?
Pero esto que sucede con el Gobierno de la economía europea y de sus estados miembros, es sólo un reflejo de lo que en mayor medida aún sucede en el interior de cada país. En absoluto considero exagerado decir que estamos “en manos de los bancos”. Veamos:
La práctica totalidad de las empresas pagan sus nóminas mediante transferencia a una cuenta bancaria de cada trabajador o trabajadora. Lo mismo sucede con las pensiones de los jubilados y pensionistas, y con las prestaciones por desempleo. A su vez, todos los recibos a pagar regularmente se hacen mediante cargo en la misma cuenta bancaria (energía, agua, alquileres, cuotas de préstamos o hipotecas, coche, seguros, cuotas sindicales o de partidos políticos, recibos de sociedades deportivas, ONGs, canales de televisión, subscripciones, compras a plazos, etc.), así como pagos y compromisos adquiridos con tarjetas de crédito, en que tipo de establecimiento fueron utilizadas, retirada de fondos para otros gastos, saldos disponibles, declaraciones de la renta, etc. El cliente desleal o poco responsable puede ser incluido en “listas negras” que lo inhabiliten para acceder a créditos o ejercer determinadas actividades comerciales.
De esta manera, el banco dispone de una información precisa sobre los ingresos y los gastos, pero también de los gustos y aficiones de cada cliente, de su perfil profesional, si está trabajando o parado, activo o jubilado, si es un pagador serio y cumplidor o no, si es ahorrador o propende a gastar mas de lo debido, etc. En ocasiones esta información adecuadamente seleccionada y tratada acaba llegando a empresas especializadas en marketing que hacen llegar la propaganda adecuada.
Esto no ocurre solo con las personas individuales, sino también con las empresas públicas y privadas, con las mas diversas sociedades, con todos los partidos políticos, con todas las organizaciones sindicales, con las diversas administraciones públicas (ayuntamientos, diputaciones, consejerías, gobiernos autonómicos, ministerios, o el propio gobierno del país), con los clubs de futbol y sociedades deportivas, empresas periodísticas y medios de comunicación… todo. De todas estas entidades conocen sus presupuestos, sus particularidades económicas y financieras, deudas, préstamos, ventas, hipotecas, etc., pues para las más elementales operaciones exigen amplia información como por ejemplo los balances anuales. Por eso fue tan grave lo sucedido en España con todo lo relacionado con el “ladrillo” y la concesión de créditos a personas y entidades sin la solvencia necesaria para poder pagarlos.
No es exagerado decir que lo saben todo de todos, intercambiándose información relevante entre las diversas entidades y estableciendo pautas de actuación comunes (ahora con las fusiones es incluso más fácil). ¿Competencia entre si? Muy relativa, prácticamente inexistente. Tampoco es exagerado afirmar que la información económica y de orden social y político que acumulan los bancos, compite y en algunos aspectos supera a la de las propias administraciones públicas. Con el tiempo y la política de recortes pueden acabar por substituirla.

XESUS MOSQUERA
30 de Septiembre de 2011

1 comentario:

L. de Guereñu Polán dijo...

Los bancos y los oligopolios son los que mandan y el movimiento socialista internacional en la berza. ¿Donde está la Internacional Socialista para coordinar a los diversos partidos socialistas del mundo? (al menos los de Europa). Creo que los partidos socialistas, en el seno de la UE, debieran marcar más distancias con respecto al resto, incluso propiciar el cambio de los tratados para que los Estados tengan más presencia en la economía que la que ahora tienen por el predomnio de los criterios liberales en esta materia. Nada tiene que ver la libertad de comercio en un mercado globalizado con que los Estados se retiren de la regulación de dicho mercado, que para decirlo más claro consiste en controlarlo, maniatarlo en ocasiones y obligarle a ir por un determinado camino. Esto puede resultar excesivo, pero no creo se pueda liberar a la humanidad si no se esclaviza -cuando conviene- a la economía (la frase, obviamente, no es mía).