martes, 31 de enero de 2012

Combatir al capitalismo


Mientras los trabajadores de "Spanair" se quedan sin empleo, después de que la empresa se haya llevado de las arcas públicas enormes candidades de dinero; mientras el Gobierno prepara una reforma laboral que será terrible (ya lo veremos); mientras el tercer mundo no puede exportar sus excedentes agrarios porque el proteccionismo del primer mundo se lo impide; mientras Obama dice tonterías con internautas, contestanto a las tonterías que estos le dicen a su vez; mientras los candidatos republicanos USA se ven en la obligación de reconocer que son defraudadores del fisco (uno de ellos tiene la mitad de su capital millonario en las islas Caimán, paraíso fiscal); mientras el paro en España lacera a familias enteras (aunque ya sé que no todos los parados declarados dejan de tener alguna renta); mientras todo esto ocurre y otros dramas, los socialistas europeos desoyen los consejos de economistas de prestigio, como el premio Nobel Paul Krugman, que se pronuncia contra las políticas de austeridad y sí a favor de la expansión presupuestaria, es decir, la intervención de los Estados en la economía y las inversiones públicas en infraestructuras, políticas sociales e I+D+i para salir de la crisis.

Ahora bien, una cosa es salir de la crisis -que se saldrá, porque esto nos lo enseña la historia- y otra combatir el sistema que las produce, el capitalismo, contra el que nadie se pronuncia (o casi, pues fallecido Vidal Beneyto y algunos más que siguen, nada se dice contra él) y no es cuestionado -ya no digo combatido- por los partidos socialistas, cuando esta fue su razón de ser, su razón de crecer y extenderse entre las clases trabajadoras y medias. 

El capitalismo -todos lo sabemos- es un sistema excelente para crear riqueza, pero es un sistema pésimo para repartirla. Es un sistema depredador de la naturaleza y de los recursos -aunque también lo fue el "socialismo real- y creo que no se está haciendo lo que se debe entre los Hollande, Rubalcaba, Miliband, Spini o Papandreu. Es hora de combatir al capitalismo; es hora de ir predicando por los pueblos y aldeas, por Internet y por todas sus redes sociales que el capitalismo es intrínsecamente malo; que no es la solución para el futuro, que podemos unirnos a los movimientos sociales progresistas (no a los que no se definan como tales) a las organizaciones de la izquierda extraparlamentaria, a los ecologistas no maximalistas, a las ONG que estén por combatir al capitalismo, y emprender una nueva etapa. ¿Habrá que esperar a que la evidencia sea todavía mayor para coger el toro por los cuernos? Es la hora de dar ideas sobre cómo combatir al capitalismo, a sus usureros y especuladores; es hora de marcar distancias; es hora de que los partidos socialistas (siquiera uno dé el primer paso) vuelvan a no aceptar el actual estado de cosas solo porque las experiencias socialistas del siglo XX han fracasado. Hay un socialismo que retomar, que volver a poner en valor; hay especialistas, abnegados profesionales, personas desencatadas, que se pondrían manos a la obra si el proyecto fuera ilusionante, si el proyecto fuese negar al capitalismo y crear una ideología nueva, que tendría mucho de aquel socialismo que alumbró lo más granado de de las ideas de los siglos XIX y XX.

L. de Guereñu Polán.

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