El mal ejemplo

Los socialistas de Vigo (supongo que algunos) están dando un pésimo ejemplo con actuaciones depolorables de las que creo es culpable, en parte, el Alcade y sus más directos colaboradores. Tampoco faltarán culpas a otros que juegan el papel de opositores internos, sobre todo cuando airean las disputas de poca monta que caracterizan a unos y a otros.

Yo me alarmé cuando supe que quien presidía una asamblea, hace unos meses, negaba la palabra a un militante porque, dijo, debía haber una intervención por cada grupo de militantes, no por cada individualidad que lo solicitase. Sabido es que puede haber grupos de militantes que no se hallan conformado estatutariamente como tales, pero aunque así fuese, votar por grupos o estamentos sería volver a los ¡Estados Generales! anteriores a la Revolución Francesa. ¿Quian ha asesorado al presidente de mesa vigués o que idea tiene de las tradiciones democráticas en el Partido Socialista?

Creo que a los socialistas vigueses, a unos y a otros, les falta sosiego, saber que sus disputas le importan a la población un bledo, y que lo único que importa es en que medida cada uno puede contribuir a derrotar a una derecha reaccionaria que nos ha tocado sufrir.

L. de Guereñu Polán.