sábado, 25 de febrero de 2012

El futuro de la izquierda en España

Podría ocurrir que la ya larga etapa de hegemonía del Partido Socialista en la izquierda española no se volviera a repetir. No es lo que deseo, pero aquí no vengo a exponer sino algunas reflexiones sobre las actuaciones de los socialistas en los últimos cuatro años, los movimientos sociales que han surgido (críticos e incluso hostiles con el Partido Socialista) y el malestar y distanciamiento de Izquierda Unida y otras formaciones de izquierda menores en cuanto a su representatividad. 

Hasta ahora hemos estado acostubrados a una gran etapa de hegemonía del Partido Socialista, que empezó en 1982, y luego a una alternancia con relativos éxitos electorales de dicho partido, tanto en el conjunto de la nación como en las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos. Pero este ritmo no tiene por qué ser eterno. La derecha española también tuvo su recomposición: primero se amalgamó en torno a UCD (organización forjada desde el poder del tardofranquismo) y luego se desplazó hacia Alianza Popular, que luego cambiaría de nombre pero nada más. ¿Estamos ante una situación previsible en la que el Partido Socialista en España no sea capaz de superar los 100 escaños en el Congreso y se estabilice así una situación durante diez o veinte años? No es imposible; al fin y al cabo el cabreo con el Partido Socialista es enorme entre una parte importante de su electorado, y no digamos entre buena parte de la izquierda minoritaria (minoritaria no es lo mismo que insignificante). 

Creo que las llamadas políticas de Estado en las que el principal partido de la oposición pacta con el Gobierno asuntos de estrategia nacional, podrían ser una tampa para los intereses del socialismo y de la izquierda en general. Si se dan dichos pactos de Estado debiera ser sobre la base de importantes contrapartidas. En segundo lugar está la pertenencia a la Unión Europea: de ser un entusiasta me he convertido en un escéptico, pero no en el sentido británico, sino que al estar gobernada la U.E. por la derecha, alguna vez los socialistas de unos y otros países tendrán que plantearse una política frontal contra los desmanes de esa derecha: gobierno de banqueros, especuladores, usureros, grandes accionistas, corrompidos empresarios, etc. Ya sé que hay una derecha moderada y civil, pero hay otra montaraz y retrógrada, y la que gobierna Europa ahora es ésta última (a las pruebas me remito). 

El acercamiento a los sindicatos debe ser urgente prioridad para el Partido Socialista (y dichos sindicatos deben, en España y en el resto de Europa, combatir con más energía a la derecha, calculando sus fuerzas y actuando inteligentemente). También debe de haber una convergencia entre los socialistas y las demás fuerzas progresistas del país, debe de llamarse a los intelectuales, a los jóvenes progresistas, a los desesperanzados, a los que pusieron toda su ilusión y esfuerzo en las décadas setenta y ochenta (que no son viejos todavía, y aunque lo fueran) para que vuelvan a colaborar. Para conseguir esto hay que ofrecer algo: un programa avanzado, radical y de izquierdas, no una pamplina hecha por reconvertidos de última hora. Personas que han formado parte de los últimos gobiernos socialistas han hecho mucho daño -en mi opinión- al nombre del socialismo; no tienen ni idea de lo que esta ideología significa; se han creído que con sus supuestas capacidades técnicas lo tenían todo hecho. No: el trabajo en la calle tiene que volver; tiene que volver el compromiso con los más necesitados; tienen que abandonarse costumbres burocráticas heredadas de los años de gobierno y seleccionar mejor a los que vayan a ocupar cargos públicos. 

La honestidad es algo pendiente: el número de "socialistas" que han sido pillados con las manos en la masa es muy grande (ya sería grande con que se aproximara a cien, pero han sido muchos más). Algunos por un quítame allá esas pajas; otros por casos más graves; otros han sido reincidentes... Se ha permitido, desde la máxima altura del Partido Socialita, que un tránsfuga en Benidorm repita en las listas del socialismo (y algunos dicen que por influencia de una joven exministra de la región). 

Creo que de los errores cometidos, en los que están que el Partido Socialista y su gobierno se soliarizasen con los gobiernos conservadores de Europa, hay buena parte de culpa. Así le fue también al gobierno socialista en Portugal, en Grecia... Si el próximo presidente francés es un socialista y no se da un giro radical a la política europea, apaga y vámonos, porque Francia es una gran potencia en Europa, y puede ser ejemplo para otros países como una futura España gobernada por la izquierda. Ya no me atrevo a decir gobernada por el Partido Socialista, porque empecé suponiendo que habrá que apoyarse en otros grupos progresistas en el futuro. Si no es así; si el Partido Socialista volviese a tener la fuerza electoral de antaño, entonces lo que hace falta pedir es que no vuelva a cometer los errores de antaño (y aquí he expuesto algunos, solo algunos).

L. de Guereñu Polán.

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