jueves, 15 de marzo de 2012

Edgar Morin y la crisis

Recientemente el pensador Edgar Morin, socialista primero y comunista tras la segunda guerra mundial, ha hecho unas declaraciones en las que habla de la situacion mundial en la actualidad, de Europa en Particular y de los movimientos sociales y políticos en el norte de África y oriente próximo.

Con respecto al movimiento 15-m dice que "no son revolucionarios", aunque lo valora positivamente. Añade que "carecen de un pensamiento" para el futuro y que los principales objetivos del 15-m son la lucha contra la corrupción y contra la tiranía del dinero". No me parece poca cosa. 

También ha hablado sobre la situación en algunos países, donde la "indignación" se ha convertido en "cólera". A mí me parece que dicha cólera (se refiere al caso de Grecia) está plenamente justificada, dado el grado de abuso y despotismo que se ha practicado desde los dueños del dinero a escala planetaria. Una de las reflexiones más interesanes que ha hecho Morin -en mi opinión- es que la crisis económica enmascara otra de mayor calado, en la que están en tela de jucio factores que hasta ahora no se han cuestionado (salvo en las etapas gloriosas del movimiento socialista en todas sus formas). 

Preguntado si habría llegado el momento de refundar el capitalismo contestó que dicho sistema no es eterno (Dios le oiga) pero tampoco está muerto, y hace un llamamiento al papel de la política que, aunque "no puede producir la felicidad ni el amor... puede establecer que merece la pena perseguir esos objetivos". Contrariamente a renunciar a la democracia, insiste en que debe revitalizarse, así como la confienza de los ciudadanos en el sistema (quiero entender que democrático) y en los cargos electos. "Lo improbable es posible", termina diciendo, aunque confiesa estar desesperanzado.

Estas reflexiones vienen a cuento cuando se cuestiona la política descalificándola sin más; cuando se descalifica a los políticos (muchos de ellos se descalifican a sí mismos) sin ningún tipo de matiz. Me llama la atención que Morin no sea más concreto respecto de si sigue creyendo en un mundo donde el capitalismo no sea el sistema económico universal; ¡tantas han sido las decepciones que los ciudadanos han sufrido de los movimientos alternativos!

L. de Guereñu Polán.