viernes, 13 de abril de 2012

Risita vergonzante

El periodista pregunta a la exministra de Defensa qué opinión le merece que el retrato de Don José Bono que ha encargado el Congreso de los Diputados cueste 82.000 euros. La exministra sonríe sin saber bien qué decir, duda, se para en parte, continúa andando para ver si sale de la emboscada y, al final, dice que muy bien, que eso no es un gasto significativo y que adelante. 

No supo la exministra, que iba seguida como corifeo del exministro de Justicia, Sr. Caamaño, contestar con entereza que ese dispendio, ese escándalo, era inadmisible; que mientras muchas familias ver mermados sus ingresos, mientras muchos funcionarios han visto reducidos sus sueldos, mientras muchos españoles están en el paro obrero, mientras muchas personas sufren la penuria, mientras muchos españoles ven con desgarro la descomposición de la patria (de la patria humana, no de la geográfica) la exministra de Defensa, reciente candidata a la Secretaría General del Partido Socialista, no tuviese agallas para decir con franqueza y firmeza que gastarse 82.000 en un retrato de un servidor de la Iglesia católica, además de expresidente del Congreso de los Diputados, era un escándado mayúsculo y había que pararlo por los medios legales que fuesen. 

No fue la única. El actual Presidente del Congreso, con un cinismo superior a lo imaginable, dijo que era partidario de seguir con esa "tradición", como la de las corridas de toros y la de martirizar animales en las fiestas del pueblo. 

Ya sé que se me acusará de demagogo -creo que no lo soy- por estas palabras. Pero doy por bueno que se me tilde así con tal de poderme dar el gusto de denunciar a cargos públicos tan poco escrupulosos con el dinero público mientras ellos viven opíparamente.

L. de Guereñu Polán.

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