sábado, 5 de mayo de 2012

Contratación de amigos

Un aspecto del parque arqueológico
Esto de cumplir la ley cuesta, y sobre todo cuesta a quien ha estado acostumbrado a no cumplirla. No seré tan ingenuo de creer que ese mal afecta solo a dirigentes del Partido Popular, pero los de éste superan con mucho el listón de lo imaginable. 

Ahora resulta que para gestionar un parque arqueológico (Campo Lameiro, en Pontevedra, es la "capital del arte rupestre de Galicia") se ha dado la concesión al hijo y al hermano, respectivamente, del alcalde y de una concejala. Para tal operación no medió concurso público, como establece la ley, pero es que si se cumpliera con ella se corría el riesgo de que los elegidos no fuesen los deseados, y entonces se deja la ley en el cajón. Tienen buenos ejemplos el alcalde de Campo Lameiro siguiendo las prácticas de la Xunta de Galicia, pero lo de "buenos" lo digo en su sentido más figurado, porque son los peores ejemplos. 

El parque arqueológico se inauguró hace menos de un año con un coste de 10,6 millones de euros: ya me parece a mí mucho dinero para tal asunto, cuando unos caminos, indicadores, luces, un pequeño edificio para la interpretación de parque y poco más debían de salir por menos de la mitad, pero como estamos en crisis... Por si fuera poco parece ser que, para que funcione el parque arqueológico, se necesitan 350.000 euros anuales; digo yo que no va a ser rentable la inversión, pues nunca el municipio se beneficiará con las visitas hasta el punto de amortizar y superar tales números. Hay una cultura del despilfarro a la que se apuntó el fallecido Fraga Iribarne con su "ciudad de la cultura" en un monte cercano a Santiago, y desde entonces muchos quieren emularlo. No vaya a ser que da tanta emulación le sigan a la tumba. 

"Espiral Xestión Cultural S.L." es la "empresa" montada para justificar la concesión, pero dicha empresa ni lo es ni lo será nunca, porque no tiene solvencia para ello: ni técnica ni financiera. Más bien parece una "espiral" de corrupción, de amiguismo y de vicios viejos puestos de nuevo al servicio de los familiares más queridos. 

L. de Guereñu Polán.

1 comentario:

Anónimo dijo...

nadie ha denunciado todavia?