domingo, 10 de junio de 2012

¿600.000 euros?

De ser cierto que, en el caso de resultar vencedores en el campeonato de fútbol europeo, cada jugador de la sección española cobrará 600.000 euros, por mi parte deseo que pierdan todos los partidos de principio a fin. No solo porque es una inmoralidad repartir y recibir esas cantidades de dinero cuando hay tantas personas necesitadas de lo más elemental, sino porque, salgan de donde salgan esos fondos, no van a tributar a la Hacienda pública como cualquier otro salario. Se cobrarán en paraísos fiscales, en cuentas opacas, por medio de sabe Dios qué sistemas para contribuir a otra burla más de una sociedad que ha perdido el norte.

No es la primera vez que la sociedad pierde el norte: por centrarnos en el pasado siglo se me ocurren por lo menos tres veces; las dos guerras mundiales y la gran crisis financiera de 1929. Ahora estamos, además, en una crisis moral de incalculables consecuencias. Esta crisis moral es quizá más grave que la financiera, porque es la que provoca que millones de personas estén en el paro, que no cobren subsidios de desempleo, que defrauden algunos a las arcas públicas cobrándolo indebidamente, que los banqueros salgan por la puerta de atrás con los bolsillos llenos de dinero literalmente robado, que los dirigentes políticos estén en la inopia o carezcan del mínimo coraje para evitar esta sangría. ¡Que falta de liderazgo tiene el mundo! ¡Que falta de valores existe cuando más se insiste en ellos en el campo de la educación, por ejemplo! ¡O tempora, o mores!

L. de Guereñu Polán.

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