Al ya demostrado interés de Franco por entrar en la guerra mundial al
lado de Alemania, siempre que se cumpliesen sus aspiraciones
expansionistas en el norte de África a costa de Francia, se une ahora
una interesante investigación de Manuel Ros Agudo sobre los
"Preparativos secretos de Franco para atacar Gibraltar (1939-1941)".
Solo la brabuconería de un militar acostumbrado a luchar en África
contra desarrpados rifeños y la falta de escrúpulos ante el sufrimiento
del pueblo español durante y tras la guerra civil de 1936, explican el
intento. El ataque debía ser por sorpresa y fue pergeñado por Franco
antes de que los nazis se plantearan una acción de control del estrecho
de Gibraltar. Según la investigación que aquí comentamos, Franco empezó a
tener interés sobre Gibraltar en 1935, cuando era Jefe del Estado Mayor
Central del Ejército. En agosto de 1939 dio orden de que se realizase
un informe para saber donde se habría de situar la artillería española
para el ataque. Los bombardeos sobre los lugares estratégicos de la
posesión británica harían el esto. Cuando un año después se estaba
gestando el ataque hispano-alemán a Gribraltar, Franco escribió a
Hitler:
Por nuestra parte, hemos estado preparando la operación en secreto
durante largo tiempo, ya que la zona donde va a tener lugar carece de
una red apropiada de comunicaciones. Respecto a las especiales
características de la Roca, los puntos de resistencia pueden aguantar
incluso los ataques más intensos desde el aire, por lo que deberán ser
destruídos mediante certero fuego de artillería. La extraordinaria
importancia de la empresa justificaría, a mi entender, una poderosa
concentración de recursos.
Franco preparó un ejército de 150 divisiones bloqueando con submarinos
los puertos franceses del norte de África. Como Portugal tenía acuerdos
de colaboración con Gran Bretaña desde antiguo, estaría obligada a
prestar apoyo a su aliada, por lo que Franco decidió "mantener el
bloqueo absoluto de la costa de Portugal". Todo esto, un año antes de la
entrevista de Franco con Hitler en Hendaya.
Había que cerrar el Estrecho, y entre agosto de 1939 y febrero de 1940
se elaboraron cuatro extensos informes que, tras su aprobación,
permitieron dar comienzo a unas obras de fortificación y artillado,
realizadas a ritmo muy intenso y finalizadas en diciembre de 1941. Se
trataba de conseguir la "absoluta destrucción de todos sus edificios y
puntos vitales que convertírán al Peñón en eso mismo, en una peña que no
podrá albergar, ni reparar, ni aprovisionar barco alguno...". En
paralelo comenzaron las negociaciones de Beigbeder y luego Serrano Súñer
sobre la entrada de España en la guerra mundial. Como tras el encuentro
de Hendaya, Hitler dio largas a Franco sobre sus pretensiones en
África, pues el Mediterráneo no formaba parte de la estrategia alemana
(sí italiana) todo quedó en agua de borrajas, con lo que nuestro
dictador ni entró en la guerra (pero no porque no quisiera, sino porque
no se le hizo caso) ni consiguió la ayuda que requería para el ataque y
apropiación de Gibraltar.
Todos los nacionalismos españoles de los últimos siglos se han sentido
tentados a la reivindicación de Gibaltar, y es lógico, pero otra cosa
muy distinta es pretenderlo por la fuerza, y menos cuando el país está
exhausto tras una guerra interior. Pocos españoles habrá que no deseen
la reintegración de Gibraltar a la soberanía nacional, pero muchos
sabrán comprender que ello es muy difícil si no cuenta con la anuencia
de la población gibraltareña, que después de varios siglos, no se siente
española, sino gibraltareña o británica. Algo parecido a lo que sucede
con la población española en Ceuta y Melilla, que es mayorítaría y que
desea seguir bajo soberanía española. (1).
Lo dicho no agota las posibilidades de ulteriores acuerdos sobre
Gibraltar entre España y el Reino Unido, pero el intento del general
Franco muestra hasta que punto la estupidez humana es ilimitada en
ocasiones.
----------------
(1) La investigación citada de Ros Agudo se basa en documentos desclasificados en los últimos años.
L. de Guereñu Polán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario